El ghoul mantiene la cabeza baja, con la mirada clavada en el suelo, como si todo el peso del mundo se concentrara en sus hombros. Su postura rígida y silenciosa transmite una mezcla de agotamiento y tristeza que no pasa desapercibida para Allen. Intrigado, el lord desvía momentáneamente su atención hacia otro lugar, buscando con la mirada a Corito, quien llevaba ya un buen rato en completo silencio, sin mostrar signos de estar activa. Al girar su cuerpo hacia atrás, la encuentra profundamente dormida sobre el pasto verde. Su figura, tan pequeña y frágil, está acompañada por la lechuza regordeta, que todavía se acurruca entre sus brazos como si hubiera encontrado el refugio perfecto. Allen no puede evitar que una leve sonrisa se dibuje en sus labios. Con los ojos entrecerrados y una expre

