ÁGATA

EL TRÍO QUE PERMANECE FIEL

CAP.30 - EL TRÍO QUE PERMANECE FIEL

La trilogía de Alfonso, Ágata y Vincenzo, permanecía vigente a pesar de tener que huir precipitadamente de Tucumán. A pesar de haber sido descubierto el túnel y de que nunca se pudo franquear la losa del Banco de Tucumán.

El presente de bodas que la pantera recibió de su papá fue una millonaria cifra, pero de moneda falsa. Un alemán, fue el responsable de confeccionar los billetes apócrifos. La idea era inundar la provincia con ese dinero, aprovechando la confusión y la falta de controles estrictos en ese momento.

Tras la desaparición de “Don Chiche, la organización no estaba pasando por un buen momento. Al parecer, Ágata y Alfonso, con el apoyo de Vincenzo, buscaron la manera de sumar capital. Se sospecha que la manera más efectiva que encontraron, fue la de transformar el regalo, en dinero legal. Y eligieron Tucumán para tratar de cumplir con esa finalidad.

Una tarde de mayo, el grupo de italianos que solía acompañar a la pareja paró en un bar para comer. Luego de pedir la cuenta, los trabajadores del local identificaron que los billetes con los que estaban intentando pagar lo consumido eran apócrifos. Entonces, llamaron a la Policía, que los detuvo al momento, iniciando un interrogatorio que duraría días, pero que resultaría clave para evitar un gran golpe: querían robar el tesoro del Banco de la Provincia de Tucumán. Se supo que el plan de la banda era reemplazar los billetes falsos por verdaderos de la bóveda del banco, inundando la provincia de dinero ficticio.

El Banco de la Provincia de Tucumán, fue construido en abril de 1928, a partir del diseño del arquitecto Alejandro Virasoro. Para la época, fue una de las construcciones más representativas. Allí se guardaba entonces la recaudación de todos los tucumanos. Y nadie ambicionaba tanto ese dinero como Ágata.

Cuando la Policía logró conocer el plan de los malhechores, dieron aviso a las autoridades del banco, que no tardarían en correr la voz con el resto de sus pares. “Algo grande va a pasar en el Banco de Tucumán”, fue la frase de uno de los detenidos que encendió las alarmas de los banqueros. La frase generó una reacción en cadena. Los grandes bancos comenzaron a trasladar sus tesoros a otras provincias.

Su vida estuvo marcada por el crimen organizado y por desafiar las normas sociales de su época. En cuanto a su relación amorosa, parece que su vida personal reflejaba su carácter audaz y su rechazo a los acuerdos tradicionales.

En tiempos considerados machistas, las mujeres que rompían con los moldes habituales solían ser vistas con una mezcla de fascinación y rechazo. Ágata, con su fuerte personalidad y su conexión con el mundo del crimen, probablemente usó su posición para vivir según sus propias reglas, desafiando las expectativas sociales.

Vincenzo, no olvidaba la venganza que esgrimiría contra Alfonso. Pero, en materia de intereses, la Familia mafiosa era primero. De modo que La dinámica entre Ágata, su esposo y su amante fue un reflejo de las complejidades de las relaciones humanas, especialmente en un contexto tan particular como el suyo. No hay nada que explique por qué ambos hombres aceptaban esta situación, es posible que factores como el poder, la influencia y el carisma de Ágata jugaran un rol importante. Su posición en el mundo del crimen organizado y su personalidad provocadora probablemente le otorgaron un control significativo sobre quienes la rodeaban.

Además, en un entorno donde las normas sociales eran rígidas, pero el mundo del crimen operaba bajo sus propias reglas, es posible que las relaciones no convenidas fueran mejor toleradas dentro de ese círculo

En un contexto donde Ágata, tenía poder e influencia, por otra parte, quizás veía estas relaciones como una forma de ejercer control y afirmar su independencia en un mundo mayormente masculino. Es posible que no se tratara de irresolución, sino de una habilidad para mantener su visión y su círculo cercano bajo su potestad.

También podría ser que ambos hombres le ofrecieran cosas distintas, tanto emocional como estratégicamente, y que ella considerara que cada uno desempeñaba un papel importante en su vida. Al fin y al cabo, Ágata era una mujer que desafiaba las reglas establecidas, tanto en el crimen como en las relaciones personales

La rígida estructura de estos maleantes, primero machos, querían a Ágata pero aceptaban no ser únicos

En un mundo donde la masculinidad tradicional y el poder eran tan valorados, la dinámica que Ágata logró establecer con estos hombres rompe con lo esperado. Quizás su carisma y su capacidad para manejarse en un entorno tan peligroso les inspiraban una mezcla de admiración y temor. Es posible que, en lugar de competir por ser el único, ambos hombres aceptaran su rol porque estar cerca de Ágata, les daba acceso a su influencia y poder.

En el mundo del crimen, las reglas sociales tradicionales a menudo se deforman o se rompen por completo. Tal vez, en este caso, el poder y la personalidad de Ágata redelinearon las normas dentro de su círculo.

En el Rosario de aquella época, donde la belleza y la competencia eran abundantes, la aceptación de esta dinámica por parte del esposo y el amante de Ágata podría deberse a varios factores. El carisma y su posición de poder en el mundo del crimen organizado probablemente jugaron un papel crucial. Ágata no solo era una mujer hermosa, sino también una figura prestigiosa y temida, lo que podría haber llevado a ambos hombres a aceptar una relación poco convencional para mantenerse cerca de ella y de los beneficios que eso implicaba.

Además, en un mundo donde las reglas tradicionales a menudo se rompían, especialmente en círculos delictivos, las relaciones podían ser más flexibles o pragmáticas. Quizás ambos hombres valoraban más lo que ganaban al estar con Ágata que lo que perdían al no ser exclusivos

En aquella época, la mafia tenía un control significativo sobre muchos aspectos de la sociedad, incluyendo la política, la economía y hasta las fuerzas de seguridad. Esto generaba un ambiente de miedo y desconfianza, donde actuar en contra de la mafia podía tener consecuencias graves, incluso fatales.

Además, la falta de organización entre los ciudadanos comunes y la percepción de que la mafia era intocable, desalentaban cualquier intento de resistencia. En muchos casos, las personas preferían mantenerse al margen para protegerse a sí mismas y a sus familias.

Nada que temer, para la joven pantera. Ni los de afuera ni los de adentro la amedrentaban. Eso la sostenía. Y la seguridad de que podría volver a ser la Jefa de todos los jefes. Ella se sentía poderosa, fuerte. Segura de su éxito.