Capítulo 1

1191 Words
Mi nombre es Carina Martinelli, tengo 26 años. Ahora mismo estoy tomando un avión, para llegar a mi nuevo hogar; Sicilia antes vivía en Milán, pero todo me salió mal, hasta quedar sola mi esposo el amor de mi vida. Murió hace 4 meses no consigo levantar cabeza, me duele tanto todavía, estuve con él por más de 10 años. Comenzamos a ser novio desde el instituto, el motivo de su deceso fue por un ajuste de cuentas, ese día ambos fuimos a cenar era nuestro aniversario, pero mientras juntos volvíamos a casa; nos encontramos con un fuego cruzado, de dos familias mafiosas que estaban enfrentandose entre sí. Es decir; Andrés recibió un balazo en su corazón; apenas le dio tiempo a despedirse de mi. Cada vez que pienso este tema; termino llorando como una boba; pero tengo que olvidarme de eso, ahora tengo que hacer de nuevo mi vida, ya llevo cuatro meses llorando por estar sola en esta situación. Hoy mismo estoy tomando este avión, para hacer un cambio de aires, hace dos días me llamaron por teléfono, dándome un puesto de secretaria en Sicilia. Solo espero, que no me toque el típico jefe estúpido y egocéntrico. Esperemos que no sea asi, sería justamente todo lo que me faltaba ya, para soportar a un ser estúpido. Viajo hasta Sicilia; porque necesito mi cambio de aires y algo de dinero como dije, llevo estos cuatro meses sin salir de casa; reconozco que todavía, tengo algo de trauma, por los sucesos pasados. Pero la vida sigue, por desgracia esto o no él seguirá siendo, hombre de mi vida, por mucho que me duela. En unas horas; comenzaré mi nueva vida en Sicilia, justo cuando baje de este avión iré directamente a mi nuevo apartamento. Todo esto, se esta haciendo cargo la empresa, mi billete de avión y apartamento corren a su cargo me dijeron que era un pequeño apartamento en el centro. Después de unas horas; llegó por fin a mi destino, bajo de ese avión, suspiro el aire de mi nuevo hogar, solo espero que se sienta algo acogedor. Miro a los lados, y veo un letrero con mi nombre Carina Martinelli ¿Enserio me han venido a buscar? Me acerco aquel hombre elegante, con gafas de sol y traje n***o, yo diría que tiene pinta de guardaespaldas. —Disculpe señor ¿Esta buscando a Carina Martinelli? —Si ¿Acaso es usted señorita? — me dice, con un rostro muy serio, sin ningún tipo de expresión. —Si…— Respodo nerviosa. — Esa soy yo señor. —Ok, montese en el auto, primero iremos a su nuevo apartamento, dejará sus cosas allá se pondrá ¡algo de ropa decente! e irá conmigo a las oficinas del señor Rinaldi. Yo solo mire mi ropa, no voy mal, traigo unos vaqueros oscuros, una blusa fluida en un tono blanco y una tenis ¿Quizás sea por las tenis? Tan solo asiento y entro en aquel auto n***o con cristales tintados. Estoy todo el viaje mirando por las ventanas en un silencio absoluto. Observo las lindas calles de Sicilia, esto se ve tan hermoso, me gusta su ambiente de siente tan bien. En apenas minutos, llegamos a lo que va ser mi nuevo hogar. Salgo del auto y miro aquel enorme edificio, si que es cierto que está en el centro, pero esto es un apartamento de esos de lujos. ¿Estoy segura que el trabajo era de secretaria? —¿Es aquí? — Le pregunto nerviosa al hombre, que me ha estado Acompañando. —Si, es aquí señorita. — Me responde con frialdad —Vaya subiendo es el último piso , mientras tanto yo estaré subiendo su equipaje. Yo tan solo asiento, y me entre en aquel edificio, una mujer bien vestida se me acerca con gran velocidad junto con una cara de miedo. —¿Dónde cree que va señorita? —Hola señorita, mi nombre es Carina Martinelli. —No pregunté su nombre solo ¿donde va?. — Me habla borde. —Disculpe yo… En eso veo entrar al Guardia con mis maletas, se acerca a mi con seriedad, parece ser que aquí en Sicilia no hay gente sonriendo ¡Por dios! Todos anda con caras largas, mucha seriedad, sin quitar la poca educación y lo bordes que son. —Le dije que tenemos prisa, su apartamento es en el último piso. — Me habla este hombre. —Disculpe, la culpa es de esta señorita, me ha detenido y me exigió decirle adónde iba. Él guarda la mira con mucha más seriedad, aquella mujer siento como tiembla al ver esa mirada clavada en ella. —Señor, ella solo me dijo su nombre, no sabía quién era. —No me déjaste terminar de hablar. — le respondí. —Bueno ahora estoy yo para hacerlo, es la nueva inquilina del ático del señor Angelo Rinaldi ¿Sabes quién es cierto? —Oh el señor Rinaldi. —Dice muy sorprendida. — Disculpé señorita Martinelli , no volverá a pasar , discúlpeme. —Que no vuelva a pasar esto. — Le dice el guarda. — Sabes que el señor Rinaldi odia esto. —Si señor Lorenzo, no volverá a pasar se lo aseguro. Cada vez; siento más nervios y miedo por conocer a ese tal Angelo Rinaldi, parce ser que todo el mundo le teme. Debe ser uno de esos hombres mayores de unos 60 años, bien respetado e imponente. Ahora sí que debo ponerme algo muy presentables y acordé, no deseo caerle mal a un hombre así. Sin decir nada, tomo el ascensor y subo hasta la última planta; ahí hay otro hombre, vestido de la misma manera que el señor ¿Lorenzo? O al menos ese es el nombre que escuche. Camino hacia la puerta donde esta ese hombre. —Hola buenos días. —Buenos días señorita ¿Le puedo ayudar en algo? Esta en una zona restringida. —Si mi nombre es Carina Martinelli y soy la nueva secretaria del señor Angelo Rinaldi. —Oh si señorita Martinelli, la estábamos esperando pase por favor. Aquel hombre abre la puerta de ese lujoso ático, entro y miro las hermosas vista que este tiene la ciudad, sus enormes ventanales parece que tengas Sicilia a tus pies. Toda la decoración es tan oscura, todo en tonos negros y grises, pero es muy bonita con un gran concepto abierto que deja ver todo tan amplio. Camino por el apartamento sorprendida, realmente pienso que esto es demasiado para una simple secretaria , pero ahora veremos qué es lo que pasa con ese señor Rinaldi. En ese momento; Lorenzo entra con mis maletas y se dirige directamente a una de las puertas cerradas de la casa yo por inercia lo sigo y miro que es una hermosa habitación, como toda la casa todo es en tonos negros con un gran vestidor y baño a la vista, se ve tan lindo y lujoso. Vuelvo a repetir esto es demasido. —Tienes 20 minutos ni más ni menos, te quiero lista cuando estos pasen, tenemos que ir a las oficinas ¿Queda claro? —Descuide estaré lista.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD