Capítulo Diez
El joven botones pareció sorprendido de ver a Raji quitar la pierna de la mesa de café y golpear la parte posterior de su rodilla para que se doblara.
Su tez era oscura, pero sus rasgos eran caucásicos. Sus ojos negros estaban muy abiertos y poseían una profundidad seductora, casi hipnótica. Con su mirada firme y su sonrisa fácil, podría encantar a un pavo real fuera de sus plumas si así lo decidiera.
El chico la observó ajustarse el dobladillo de su vestido y luego volvió a mirarla a la cara. Cuando ella le guiñó un ojo, sus manos temblorosas casi perdieron el control de la bandeja del té. Pero después de mirarme rápidamente, parecía recordar sus deberes. Puso el té, el café y dos vasos de leche sobre la mesa y retrocedió.
Fui a la puerta con él, y después de darle una p
