Veinte años más tarde Caminó unos cuantos pasos más, estaba cansada, realmente agotada. Su cuerpo le pedía ceder, le suplicaba descanso y ella solo escuchaba como la adrenalina le obligaba a continuar, estaba a punto de llegar al destino que había divisado en una de las tantas caminatas que le forzaron a tomar por muchos años. Ya conocía con exactitud las coordenadas y todo su pasado debería servirle en este momento para resistir la cruda realidad a la que su valentía le había orientado. A unos cuantos metros vislumbró la carretera, sobre ella cada tanto tiempo transitaban vehículos, calculó, lo hizo en repetidas ocasiones, con toda la logística que tuvo siempre en su cabeza. Pero no eran exactos sus cálculos, a veces los autos pasaban muy rápido uno tras de otro, en muchas ocasiones ta