La puerta se abrir de nuevo, la joven esperaba atenta sobre la silla pero se sobresalto al oír la puerta chirriar con el movimiento. -Ya puedes salir – Una Nora sonriente le mencionó. -¡Parece que aquí vamos de nuevo! – Se animo a si misma. -Tranquila niña, no es tan malo. Tengo la certeza que sabrás ganarte a los patrones. -Gracias por confiar en mi. -No me hagas arrepentirme. -No señora. Salieron de la habitación, Magdalena se había cambiado con un pantalón y blusa que Carmenza le había dejado sobre la cama. Llevaba unas botas de plástico típicas y el pantalón se notaba que era de talle masculino. Lo intuyó al darse cuenta que ellas solo usaban vestidos o por lo menos para ser el segundo día de verlas, el vestuario era similar. -Sal. José está en los girasoles y te