5

1244 Words
Busque con la mirada entre la multitud a Sara hasta que la encontré, me sonreí a mi misma, y caminé hasta donde ella.. - Hey sara - Le dije por detrás. - Oh, hola querida, llegaste. - ¿Tomamos algo? - Fuimos a la barra y pedimos algo con un poco de alcohol. Nos la pasamos bien aúnque siempre Alexa nos rodeaba y nos miraba a cada rato, no vi a James la verdad, pero se que estaba aquí. 11:43pm Tenía que irme ya, sino mi madre me mata si llego después de las 12, así que fui en busca de James ya que el me dijo que tiene un amigo que me iba a llevar a la casa, y lo vi conversando y besándose con alexa. Cuando me acerqué ella tornó su cara de asco hacía mi. - Eh... James, ya me tengo que ir. - Ah si, ya le marco a Carlos para que venga por ti. - Esta bien. - Vi como sacaba su teléfono y le marca. - Viene en dos minutos, vamos. Amor voy a acompañar a Sam al auto de Carlos - Okey. - Dijo enojada. James me acompañó hasta la salida dónde también había gente bebiendo y besuqueandose. Esperamos unos minutos y un buen auto se parquea enfrente nuestra, el chico sale del carro y saluda a James como si se conocieran hace siglos. - Ella es Samantha - Me ve de arriba a bajo y me sonríe cuendo llega a mis ojos. - Hola preciosa. - Dijo extendiendo su mano, puse la mía encima y la besa. - Bien. Llevala a mi casa - ¡Uuy! - Dijo carlos. - No seas idiota, es mi hermanastra, vamos, llevatela. - Con gusto. - Se da la vuelta y me abre la puerta - Adelante hermosa. - Hice caso y entre. - Gracias - Dije cuando cierra la puerta. - Nos vemos bro - Le dijo Carlos. - Que llegue viva - Se dieron la mano por última vez. -¿Tienes que llegar justo a las 12? - Sino me mata mi madre. - ¿Podemos pasar a comer un pedazo de pizza? Es rápido, lo juró. - ¿Rápido? - Sí - Me sonríe. - Esta bien, pero de una - Si tranquila damisela. Narrando James Me entraron unas ganas de irme ya a la casa y ver que Sam había llegado, porque conozco a Carlos y como le encanta echarse a todas. - Ya me voy - Dije poniéndome la camiseta. - ¿Tan rápido? ¿te sucede algo? - Prometí llegar temprano - ¿Tu? Jajaja, no te creo. - Es tu problema. - Recogí mis cosas y salí. Me subí en el auto y llegue a la casa. Busque a Sam por todas partes y nada, ya lo sabía, ese imbécil. Me subí a mi auto maneje en busca del auto de Carlos por algún lado, lo vi no muy lejos de la casa los vi riendo y comiendo algo que no alcanzó a ver. Me invadió la rabia de los pies a la cabeza, me bajé y fui directo a ellos. - Con que esta es la casa. - Cruce mis brazos por encima de mi pecho. - Sólo es una pizza, es rápido- Dijo sam. Miré mi reloj - Son las 12:20am Samantha - ¿Y Que? - Tu madre dijo a las doce en punto. - Ya, pero tu no eres mi madre. - Me dejaron a cargo de traerte a tiempo, sabes que, vámonos. - No, aun no termino de comer. - La tome del brazo un poco fuerte, la levanté y la entre en el auto. - Y tu, muchas gracias imbécil. - No lo dejé hablar porque ya estaba del otro lado de la calle. No dijimos nada en el transcurso a la casa. Nos bajamos y entramos, ella subió corriendo y se encerró en su cuarto. Me quedé en el sofá pensando en que diablos hice. No se porque actúe así con ella, no debió de importarme. Narrando Sam. Me encerre en mi cuarto a llorar. No se a que se debió su comportamiento absurdo, no se quién se cree que es de mi. Lloré hasta quedarme dormida. (...) Me levanté de repente por un mal sueño, y la cabeza me quería estallar de lo tanto que me dolía, me miré al espejo y no podía con los ojos tan inchados que los sentía. Baje para desayunar aúnque me veía como la mierda. Todos se quedaron viéndome. - ¿Amor que tienes? - Dijo mi madre acercándose a mi. - La cabeza. - ¿No quieres ir hoy verdad? - No... - Bien, te haré un té - Le sonreí y me senté sin mirar a James quien no dejaba de mirarme a cada rato. Me bebí el té, mi madre y Daniel se fueron al trabajo, James aun no se iba, pero salió de casa cosa que me importó una mierda. Me encuentro en el sofá con una manta hasta los hombros, cuando siento que tiran algo a mi lado, y veo que es una bolsa con pastillas, levanté la mirada y ahí está el. Lo miré de una manera que podría matarlo de una vez por todas. - Tomalas, es lo menos que puedo hacer. - Lo ignore por completo, escuché su respiración pesada y se fue. Me levanté para buscar un vaso de agua y me tomé una de cada una, aunque lo odio quería mejorarmé. Tomé mi teléfono e invite a mis dos locas a la casa, quería compañía, además de la sirvienta... *** horas después. - ¿De verdad hizo todo Eso? - Pregunta vivi después de contarles todo que me pasó. - Si, se cree que en verdad es mi hermano. - Oh será otra cosa - Abrí los ojos como platos a lo que dijo Erika. - ¿Estas loca? Eso es imposible, jamás. - No sabemos Sam - Dijo vivi - ¿Estás de su parte? ¿De verda?. El no me gusta, nisiquiera se me pasa por la cabeza el sentir algo por el, el tampoco, tiene novia, su padre lo mataría. - Tu no sabes lo que el siente - Odio hacía mi, es más que obvio - Da igual, ¿Qué piensas hacer? - Darle de su propia medicina - Dije divertida, con cara de Maléfica planeando algo maléfico. - ¿Como? - Por ahora lo ignoró a toda costa, quiero que se disculpe por lo que hizo - ¿Crees que le va a importar como te sientas? - No lo se... no pensé en eso. Pero voy a averiguar si tiene un poco de sentimientos hacía alguien. - Me parece buen plan. Ahora, ¿que es eso de que entrantes a su cuarto Sam? - Ah... eso, fue por curiosidad, nada más. - ¿Y? - Es muy ordenado, de verdad, mucho mejor que yo - Dije rápido. - Eso no, ¿Qué que pasó? ¿te llegó a ver? - Que si me llegó a ver. - Dije sarcástica. - ¿La cagaste No? - Dijo Erika con media sonrisa. - No es gracioso, y si. - Tendrás más tiempo de contarnos, después, tenemos proyecto juntas para Mañana, así que good bye. - No, no se vayan... - Dije haciendo puchero. - No, no. Hablamos mañana - Dijo vivi. Me despedí de ellas, Gregoria las llevo hasta la puerta, si, por fin pregunté su nombre. Estoy en mi cuarto dibujando cosas que me vienen a la mente, ojos, labios, cejas y cosas básicas. - ¿Sigues mejor? - Su voz penetró mi oído por lo rápido que había llegado hasta mi puerta, volteó y ahí está observándome, da pasaos hacía mi cama y se sienta. Di media vuelta con mi silla y lo miré con autoridad. - ¿Qué quieres? - Saber como sigues. - Sigo viva, ahora lárgate. - Oye si perdón, me comporte de mala manera anoche - Lo miré directo a sus ojos y parecía ser sincero.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD