CAPÍTULO 34

1241 Words

FLASHBACK Marisa no podía dejar de llorar, porque su habitación sin esa pequeña era realmente dolorosa, así que, sintiendo que no podía soportarlo más, la joven decidió volver a la cocina, aunque ya no quería agua. Entonces, cuando Marisa regresaba a su habitación tras un largo rato de estar en sentada en una silla de ese pequeño comedor en la oscuridad, mirando a la nada, la joven pasó por el frente de la habitación de Maximiliano y se sorprendió en serio al verlo abrir la puerta. —¿Estás bien? —preguntó el hombre, medio alarmado por verla comenzando a llorar—. ¿Qué pasó? —Shhh —hizo Marisa, poniendo su dedo índice sobre sus propios labios—, todas están dormidas. —¿Y Mía? —cuestionó el hombre, provocando a Marisa llorar un poco más. —Dormirá con Olga —explicó Marisa tras un montó

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