Más que un IDOLO

Capítulo 6 – Me quedaré toda la vida

Narrador:

Carlos presentó a Dana con sus compañeros de casa. Eran dos chicos y una chica, todos coreanos claro, lo que, si bien ella ya sabía que era la única latina en todo el staff, iba a dificultar la comunicación, ellos fueron sumamente amables con Dana, haciéndola sentir bien. De ahora en más sabía que tenía que comunicarse con todos por medio del traductor. Ella era de hablar muy rápido, cuando se ponía nerviosa, pero eso debería cambiar de ahora en más, o no le entenderían. Una vez qué estuvo en su dormitorio, vio su bolso sobre una silla, el chofer que la había recogido en el aeropuerto lo había llevado hasta allí, desempacó lo poco que traía. Estaba muy abrumada, tantas horas de viaje, el saber que iba a trabajar para la empresa que era dueña de su grupo preferido de Kpop y, como si eso no fuera suficiente, había visto a Park Geon-ki, su ídolo, su bias, tan de cerca como jamás lo hubiera imaginado, incluso habían intercambiado saludos. Poco le importaba si Carlos tenía razón y él ya ni la recordaba, la imagen de sus brillantes ojos puestos en los suyos, junto con esa sonrisa encantadora, la perseguirá por el resto de su vida, así que con eso se conformaba.

Dana:

A pesar de que ya habían pasado los primeros seis meses, no podía creer lo que estaba viviendo, era un sueño hecho realidad. Si bien no interactuaba con los miembros del grupo, los veía a menudo, casi siempre pasar en los vehículos que los transportaban desde la entrada hasta sus respectivas casas, también, a veces, los podía observar cuando salían a correr por al amplio parque. El recuerdo de la primera noche, en la cual no pegué un ojo en toda ella, ahora parecía muy lejano. Pues toda la gente de los diferentes staff, al menos los que había conocido hasta el momento, eran muy amables conmigo, sabían que tenían que manejarse con traductor, pero lo hacían todo tan fácil, que era un placer. Me habían dado ropa, así que no necesité comprar aún, si bien era uniforme, me dieron cinco mudas, eran camisetas ne*gra con el logo de la empresa en el frente y el nombre del grupo en la espalda, pantalones ne*gros también, llenos de bolsillos, zapatos deportivos, que se parecían más a botas de soldado que a zapatillas en sí, a tono y gorros con visera, todo con logo y nombre. El trabajo, aunque era arduo y cansador, no dejaba de ser muy agradable.

‒ Dana, tu evaluación fue excelente, así que por el próximo año y medio te tendremos por aquí, si aún tú lo quieres

No pude hacer otra cosa que colgarme del cuello de Carlos y estamparle un enorme beso en la mejilla

‒ Cuando llegué te dije que planeaba quedarme por muchos años, ahora que conozco de que se trata, te diré que, si de mí depende, me quedaré toda la vida

Al separarme de él, vi que Geon-ki se acercaba a donde estábamos, así que empujé a Carlos con tanta fuerza que casi lo tumbo al suelo y él se detuvo a unos escasos 4 o 5 metros de nosotros, para observar lo que estaba sucediendo y se rió, mientras hacía una reverencia de saludo. Esta vez le correspondí e incliné mi cuerpo hacia el frente unos 90 grados. Dijo algo y Carlos le respondió, haciendo una reverencia también, por supuesto en coreano, como era de esperarse, no le entendí y retomó su camino alejándose de nosotros.

‒ ¿Cómo te atreves a empujarme así?, me pusiste en ridículo delante de Park Geon-ki

‒ No exageres Carlos, que no fue para tanto – reí, mientras veía como Geon-ki se iba aun riendo - ¿Qué fue lo que te dijo?

‒ Nada importante, solo me preguntó si estaba bien

‒ Ah…

Respondí un poco decepcionada, pues esperaba que al menos le hubiera preguntado quien era yo, aunque fuera para hacerme llegar un regaño, hasta una suspensión hubiera sido linda, pues de esa forma me aseguraba de que supiera de mi existencia. Pero obviamente seguía siendo ignorada por él.

‒ Escucha, mañana es tu día libre y podrás salir por primera vez del complejo e interactuar con gente ajena al staff

‒ ¿En serio?

‒ Si, en serio, aunque luego de este empujón no te lo merezcas – y rió

‒ Eso es genial, hay alguien a quien quiero ver hace tiempo

‒ Recuerda que nada de lo que sucede aquí puedes contarle

‒ Que trabajo aquí ¿tampoco?

‒ Si es de tu confianza, sí, pero nada de lo que pasa del portón de entrada para este lado.

‒ Entendido, muchas gracias

Inmediatamente, al terminar mi jornada laboral, me retiré a mi dormitorio, luego de darme una larga ducha y comer algo. Me tiré en la cama y recordé el breve momento en que nos saludamos con Geon-ki. Era la segunda vez, en todos estos meses, que lo tenía tan cerca. Me parecía tan perfecto, pero seguramente nunca se fijara en alguien como yo. Recordé que Carlos me había dado permiso de salir, así que llamé al chico que conocí en el aeropuerto, después de todo le debía una comida en agradecimiento.

‒ Hola – obviamente respondió en coreano

‒ ¿Seo-joon?, ¿cómo has estado?

‒ Sí, el mismo y bien gracias… – me respondió algo sorprendido, pero ya en español

‒ Soy Dana, Dana Rojas, nos conocimos en el aeropuerto ¿recuerdas?

‒ Por supuesto que me acuerdo de ti, solo que pasaron tantos meses, no creí que me llamaras

‒ No pude antes, es una larga historia

‒ Espero me la cuentes algún día – Su voz ya se escuchaba como la amable persona que había conocido en el aeropuerto

‒ ¿Qué te parece mañana? – solo escuché el silencio – si no tienes nada mejor que hacer

‒ No, no tengo nada, solo me sorprendiste – hizo una pausa – mañana estaría bien

‒ Genial, te invito a almorzar, te debo una comida

‒ Me parece muy bien. ¿Dónde quieres que nos veamos?

‒ No conozco muchos sitios, o más bien ninguno

‒ ¿Puedes llegar hasta el Teleférico de Namsam?

‒ Sí, no te preocupes, haré que me dejen allí

‒ ¿Te parece a las once y treinta?, así subimos a la Torre N y almorzamos allí

‒ Me encanta, he oído mucho de ese lugar, dicen que es hermoso y las vistas son espectaculares

‒ Se quedaron cortos, es de mis lugares favoritos

‒ Bien, entonces nos vemos mañana allí

‒ Nos vemos allí, que descanses

Espero les vaya gustando la historia, me podría muy feliz leer sus com*entarios y que la agregaran a su biblioteca