Geon: ‒ ¿Te lastimaste? Me puse de pie y fue lo único que se me ocurrió preguntar, pero ella no me respondió, no sé si porque no me escuchó o porque se llenó de vergüenza, pues su cara estaba roja fosforescente, y se fue corriendo, supongo que a su dormitorio. Por instinto, di un paso para ir tras ella, pero Cho me tomó del brazo y me detuvo ‒ No te preocupes Geon-ki, ella no te entiende, no habla nuestro idioma, deja que yo voy Me senté nuevamente, pues no era buena idea seguirla. Cho se dirigió a la habitación donde se encerró y golpeó la puerta ‒ ¿Sí? ‒ ¿Estás bien, te lastimaste? Desde dentro se escuchó una voz de aplicación que decía palabras que no entendí, supongo que fue el traductor que ella utilizaba y era la frase dicha por Cho en español ‒ Si – res

