Sentado bajo un hermoso atardecer en el jardín trasero de la casa de su hermana, Nathan dibujaba distraídamente en su cuaderno mientras sostenía un cigarrillo entre sus labios, jugando con el, cambiándolo de esquina a esquina o colocándoselo por unos segundos detrás de su oreja.
Agarrando el borrador, Nathan borró cierta parte de su dibujo y luego se detuvo frunciendo el ceño mientras admiraba el lobo que había trazado.
Era difícil dibujar algo que nunca había visto con sus propios ojos, pero desde que había dejado a Jude esa mañana se había sentido inquieto, se suponía que dibujar iba a ser una forma de distraerse, pero de igual forma había terminado pensando en el… Alfa, en su lobo, de ahí el dibujo.
Tenía curiosidad por saber cómo sería el animal de Jude, aquella bestia con la que co
