Ciertamente, los horrores que Nathan había sufrido a mano de Gary y Frankie eran peores a los golpes que había recibido de aquellos dos jóvenes chicos de quince y diecisiete años, pero j***r cómo le dolía su cuerpo y tal vez hasta su ego.
Cada paso que daba, se le estaba dificultando más que el otro. No podía mover los dedos de su mano derecha y le estaba costando un poco el respirar debido a los golpes recibido en sus costillas. Y qué decir de su mandíbula, torcer sus labios en una mueca solo le provocaba más dolor, lo cual estúpidamente no podía evitar hacer.
Y con cada mueca de dolor, un pequeño quejido doloroso que se le escapaba, más se tensaba el cuerpo de Jude, Nathan prácticamente podía apreciar la furia emanando del cuerpo del gran hombre.
—Estoy-…
—Ni siquiera lo intentes —le
