Jude se sentó en la mesa que estaba en la terraza en el segundo piso y esperó a que le sirvieran su desayuno. —Nathan me habló de cierto grupo de fans que lo molestó —anunció a la omega que le servía su desayuno—. Me llego a enterar de que lo estás molestando, y desearás nunca haber nacido —expresó con un tono de voz frío, casi desalmado. No la observó ni la tocó, pero eso no hizo que su amenaza fuera menos peligrosa, su poderosa figura y desprecio dijo todo lo demás. En especial, cuando su lobo lo apoyó totalmente utilizando su voz de mando, su tono dominante. Jude no era realmente una persona que utilizaba mucho esa voz, si alguien lo molestaba él rápidamente iba a los golpes como la primera solución, pero se trataba de Nathan, y él no iba a correr ningún riesgo con una mujer tan ambi

