Jara Lo quiero tanto, en este momento mi cuerpo no quiere otra cosa que sentir a Arlan, mis instintos están todos pendientes de cada uno de sus movimiento, y aun con mis ojos cerrados soy consciente de cada uno de sus actos, lo único que me detiene es él, las cosas que no se atreve a hacer por mí, y las cosas que se supone deberíamos de hacer ambos y no podemos porque se niega. En el momento en el que sus labios deben caer sobre los míos doy un paso atrás y Arlan me mira anonadado. – ¿Qué demonios es lo que acabas de hacer? – ¿Cuántas? – me mira sin comprender a lo que me refiero – ¿Cuántas qué? Si quieres una respuesta al menos dame una pregunta que tenga sentido para mi – ¿Cuántas concubinas has tomado desde que eres Alfa de esta manada? ¿o al menos desde

