Lillie Mi mirada pasa de mi madre a ese señor misterioso que está de pie al lado de su cama. Sus ojos denotan algo de preocupación. La conozco muy bien, y por eso sé que algo pasa. Espero que no sea nada grave. Camino hacia ella para así acercarme un poco más. El desconocido no deja de mirarme. No es una mirada perversa que pueda incomodar, parece otra cosa, pero algo extraño, como si nos conociéramos, como si ya nos hubiéramos visto en algún lado, mas no es así. Nunca en mi vida me crucé con este hombre. Si hubiera sido así, nunca lo hubiese olvidado. Se nota que es una persona que con su presencia demuestra poder, misterio y elegancia. No sé si todos los que lo conocen se sienten así, pero conmigo así sucede. —Hija, ven, acércate más. En la voz de mi madre noto algo de nervios. Lle

