Con el chispeante fuego iluminando sus rostros, la pareja recostada en el suelo sobre la alfombra disfrutaba de extensos besos consumidores mientras el calor de los troncos quemándose acariciaba uno de sus costados. —¿Quieres trasladarlo a la cama? —preguntó Alex entre besos, apoyando todo el peso de su cuerpo en sus antebrazos que enjaulaban la cabeza de su pareja. —No, me gusta aquí —respondió mordiendo juguetonamente su mentón—. El calor, la sensación… Aunque claro que me gustaría que la superficie fuera un poco más blanda —torció sus labios. —Pero eso se puede arreglar —sonrió el alfa, besando a su pareja antes de alzarse y levantarse. Levantándose sobre sus codos, Elliot observó con curiosidad como su pareja entraba a su habitación para enseguida volver a salir con unas mantas ent

