De repente, se sumergió, intentando que adivinara hacia dónde iba. Me detuve y esperé a que saliera a la superficie. Al cabo de un momento, emergió con una trucha de dos kilos en las manos. Todos en el campamento, incluidos los guías, la miraron con asombro.
"Acabo de atrapar la cena, tío Even".
No tuve tiempo de preguntarle cómo lo hizo. Uno de los guías lo hizo por mí.
"Señorita, ¿cómo hizo eso?"
Fue fácil. Lo leí en un libro cuando era muy pequeño. Decía que si podías meterte debajo del pez y acariciarle la barriga muy suavemente, se quedaría tranquilo y podrías agarrarlo. Le metí el dedo en las branquias para que no se escapara, y aquí está la cena.
"¿Podrías hacer eso seis o siete veces más para que todos puedan tener trucha para la cena?"
¿Tienes una red o algo donde pueda arro
