Estaba esperando con mi hermano en la entrada de mi casa a que vinieran nuestros amigos con la cabrá.
No quería que Ryder viniera, no estaba preparado para tener la conversación que se que tendríamos, la conversación que sabía en cierta forma que me iba a romper el corazón, porque yo sabía que estaba locamente enamorado de Ryder pero el dejo claro que no le gustaba, una parte de mi asumió eso de formas demasiado dolorosa pero hay otra parte de mi, que espera que dijera eso solo y por protegerme, espero que las cosas sean demasiado diferentes porque sino son dolorosas.
—¿Crees que vas a poder ver a Ryder?—me pregunto.
No dije nada.
No se si iba poder ver a la persona que me gustaba con los ojos de amigo, no era sencillo, no era fácil lidiar con ser rechazado, que en realidad no lo había hecho, no me lo había dicho de forma explicita, pero si me había dicho que no le gustaba, y quizás eso era más doloroso que ser rechazado.
—¿Va venir?—le pregunte.
Mi hermano me miro.
—Si, trae la furgoneta—me aviso.
No me molestaba ver a Ryder, puede que sea la persona que más necesite ver hoy, en este momento en el que la vida me supera cada cosa que hago, estar con él, me ayudaba demasiado a poder lidiar con las cosas de mi vida, no era sencillo, para nada, ver como tu mundo se estaba destruyendo, cayendo a pedazos, sin que no puedas agarrar los pedazos y pegarlos para evitar que las cosas duelan tanto.
La vida duele.
La vida es demasiado complicado.
Odio con todo mi ser vivir mientras las cosas se complicaban.
—Supongo que no me puede molestar—le deje claro.
Una furgoneta se paro delante nuestra y sin dudarlo nos subimos, Dylan y Ryder iban delante, este ultimo conduciendo, no se que decir, no se como reaccionar ni como actuar ante encontrarme con Ryder, le levo evitando más de dos semanas, llevo evitando con todas mis fuerzas a ese chico para no tener que enfrentarme al dolor de un rechazo.
Se que me ato demasiado a que voy a ser rechazado, se que me ato demasiado al hecho de que no vamos a tener una relación con él, con la persona que me gusta, se que no es algo que pueda saber, no es algo que sepamos solo con mirar, debemos analizar las cosas, hablar para saber la verdad pero hacerlo en estos momentos, no era sencillo, al menos no para mi.
—Vamos a la aventura—grito Dylan.
Se lo que estaba haciendo, se lo que quería hacer, quería que las cosas fueron como antes, quería que las cosas en nuestra vida, fueran de lo más normal, que fuéramos los chicos amorosos de antes, esas personas fuertes que éramos antes pero dudo mucho poder serlo.
—¿Puedo preguntar de donde has sacado la cabrá?—pregunto Dylan.
Connor me miro e hizo silencio, para esperar y ver que podía decir o hacer.
—Elizabeth—me limite a decir.
—No se como esa chica puede volvernos locos hasta sin aparecer en cuerpo presente—comento Dylan.
Mi hermano miro a su amigo algo molesta.
—Esta salvando a un animal—se quejo mi hermano.
—Calla, tu la defenderás pase lo que pase—le dejo claro Dylan a mi hermano.
No niego que mi hermano, cuando se enamora es una persona demasiado ciega, una persona que siente amor de formas demasiado intensas que vive esa emoción como si fuera la mejor cosa del mundo, la cosa más bonita del mundo, vive eso de forma intensa, de forma que parece que es lo mejor del mundo.
—Es lo que tiene amar, aunque tu rey del hielo no sabes lo que es amar—le respondió mi hermano.
Mire a Ryder por el espejo sintiéndome fatal.
Soy una mala persona.
Soy un maldito egocéntrico.
Se que esta demasiado mal que sienta envidia porque mi hermano pueda sentir el amor de formas normales, sentir el amor de formas puras y sin miedo a que le lancen ataques por amar, mientras que yo vivo enamorado de mi mejor amigo, un amor prohibido y demasiado complicado, porque nos llevaría a sufrir muchos ataques.
Los he visto por cosas más pequeñas, no quiero pasar eso.
—Calla—le dijo Dylan divertido.
Aunque todos sabíamos que en cierta forma, estaba enamorado de alguien solo que no lo decía.
—Tenemos que ganar el partido de la semifinal para poder clasificarnos—comento mi hermano.
—Eso esta ganado—comento Ryder—Es un equipo muy simple—.
No dije nada, eso me molestaba demasiado, creer que las personas eran peores que tu era malo pero no niego que en cierta forma, es verdad que el equipo de la semifinal no es tan bueno, que muchos creen que esta ahí por suerte, y la descalificación de algunos equipos puede estar detrás de su ascenso, aunque no es una cosa en la que vaya a pensar mucho, ya que yo no jugaré, por mucho que lo desee, por mucho que quiera, la escayola de mi pie no me iba a dejar hacer nada.
Ryder condujo entrando a la autopista, me apoye en el cristal y cerré mis ojos.
—¿Has empezado a organizar el campamento?—pregunto Dylan.
El campamento, era una cosa que organizaba cada año el capitán del equipo de futbol, debía organizar una salida al bosque donde trabajaríamos la unión y el trabajo en equipo, querían que el capitán cumpliera una misión que hiciera que aprendiera lo que era llevar un equipo, y al mismo tiempo, querían que el equipo estuvieran unidos, que fuera capaces de defender a la otra persona del equipo por todo el mundo, porque para el colegio, el equipo era lo más importante.
Para mi, lo más importante era respirar y aguantar las ganas de que las cosas terminaran ya.
—Si—dijo mi hermano.
Era el capitán y también la persona que más amaban todos los profesores.
—¿Podemos tener algo de información?—pregunto Dylan.
No me moví.
—No—dijo mi hermano sin dudarlo.
Mi cuerpo temblaba.
Estaba sintiendo como el estrés y el pánico se apoderaban de mi, no entendía como me podía pasar esto cuando el tema de conversación era lo más tranquilo del mundo, y lo menos parecido a cosas que me podían general estrés pero es un hecho que no estoy bien, que no podía con la vida y que cada cosa que me estaba pasando con él.
—Para el coche—grite.
Todos me miraron demasiado sorprendidos, pero nadie dijo nada, Ryder paro el coche en la cuneta, y nada más hacerlo salí para vomitar.
La conversación que estábamos teniendo no me gustaba.
No me gustaba nada de lo que estaba pasando.
—¡Joder!—grite molesto por todo lo que estaba pasando por todo lo que estaba viviendo.
Note una mano que pasaba por mi espalda.
Me separe bruscamente del contacto porque me sentía demasiado incomodo que alguien me tocara, cuando acababa de vomitar, no me gustaba que me tocaran, no me gustaba para nada que me tocaran cuando acababa de sacar el estomago entero en el suelo del césped, no me gustaba que cuando estaba malo la gente se acercara a mi, no era lo mismo cuando estabas mal que cuando estabas malo.
—Ethan cálmate—me dijo Ryder.
Mire a Ryder demasiado molesto.
—No—le deje claro y me miro demasiado sorprendente—No quiero nada, no quiero que hables—le deje claro.
Me acaricie las rodillas y respire mientras intentaba que los malos pensamientos se fueran de mi mente.
—Ethan—me llamo demasiado sorprendido.
—Habláis de la vida como si esto fuera lo mejor del mundo cuando esta, la vida, es una mierda—le deje claro.
Ryder me miro.
—Mi hermano se ha muerto—le dije, Ryder me miro en silencio sin saber que decir o que hacer, no hay mucho de que hacer o como ayudarme a superar el duelo—Estoy destrozado porque era la persona que más me quería en este mundo, mi padre siempre ha querido a Connor antes que nada, antes que a nadie, por mucho que se peleen si tiene que decidir a quien salvar, lo hará a él sin dudarlo, y no le culpo, no le odio porque él no tiene la culpa de nada, mientras que mi padre elegía a mi hermano, mi madre elegía a Nicolas, ante todo, sin importar lo que hiciera—le dije.
Porque era así.
Mi madre quería a Nicolas ante que nadie, era su prioridad y pasara lo que pasara, era él quien más le importaba en este mundo.
Mi padre, elegía a mi hermano pasara lo que pasara.
En ocasiones sentía que Connor, elegía antes a Dylan que a mi.
Eso dolía.
Pero la persona que elegía estar conmigo, que me elegía a mi antes que a nadie, era Nicolas, con quien tenía una conexión que nadie podía comparar.
—Es la única persona que me elige a mi—le deje claro.
Ryder me miro.
—Yo también te elijo a ti—dejo claro.
Negué.
Puede que dijera las cosas, puede que creyera que antes de a cualquier persona me elegía a mi pero no lo hacía, eligió a Ryder como su pareja antes de hablar conmigo de lo que era, de lo que quería en su vida, y si es demasiado egoísta, es de ser un gilipollas que me crea demasiado importante, que quiera que hablara conmigo antes de con nadie, pero es lo que había, era una mierda querer que me den prioridades, querer que te hablen antes que nada, antes de que tomen cualquier decisión, pero por otro lado, lo que me jode es que no me llamase a mi primero cuando rompió con Cameron, se que soy más cansino que una cinta rota al siempre darle vueltas al mismo tema pero es que es una cosa que me duele.
—No lo haces—le deje claro.
Mi amigo me miro.
—Te elijo a ti cada día porque estoy locamente enamorada de ti—me dijo.
Le mire.
—¿Que?—.
La cara de Ryder era demasiado sería, no era pena, no le daba vergüenza lo que sentía, lo que había dicho era verdad y algo que había decidido decir, había analizado las cosas y tomado la decisión de que decirlo era lo mejor que podía hacer.
—Me dijiste que no te gustaba—le reclame.
—No se como le puedes estar dando tantas vueltas a un mismo tema, me gustas, me encantas, estoy enamorado de ti, no puedo lidiar con eso, no puedo lidiar con el hecho de que creas que no eres importante, que la gente no te elige, de que no eres importante, porque lo eres—me dijo y le mire.
Me acerque a Ryder.
—Te besaría pero acabo de vomitar—dije.
Mi amigo me miro sin entender nada.
—Tú también me gustas mucho—le dije nervioso.
Y sin dudarlo, con la boca oliéndome mal y todo, me beso, dándome mi primer beso y el beso que siempre quise dar, ese que me quito la respiración, ese beso que me iba a hacer saber que las cosas iban a estar buen, que los besos merecían la pena, que por mucho que duela, la vida es algo por lo que luchar no es malo, no es una tortura sino algo bonito que con amor, vivir es lo mejor.