Capitulo 1

3951 Words
  ¿Alguna vez han pensado en como son los Ángeles?   ¿Qué idea le viene a la mente?   Yo les aclararé sus confusiones, un ángel no es alguien que baja del cielo vestido de blanco, con una coronita de estrellas sobre su cabeza ni con un manto y con sus manos juntas como si viniera rezando, Un ángel no es alguien con una barita mágica . ¿Les digo como lo sé?   Yo tengo un ángel que me sacó de lo más profundo, de la oscuridad. De un pozo donde me ahogaba, pero vacío, sin agua. ¿Y saben algo? Ella no tenía la mirada más angelical, ella no tenía la sonrisa más amable ni mucho menos el rostro de una santa, ella no tenía corona, no iba vestida de blanco, no tenía una barita mágica ni tampoco tenía sus manos Unidas rezando.   Ella tenía una mirada cautivadora y limpia, una sonrisa pura y no podía tener una barita, pero tenía y tuvo la magia de que con tocarme mi mundo se pusiera de cabezas. No había visto a nadie con la belleza de aquella Ángel. Por eso era una Ángel. Mi Ángel.   ¿Saben por qué ella es mi ángel?   Porque tuvo el poder de hacer que este mafioso orgulloso, egocéntrico, egoísta, manipulador, malvado, frío y solo podría convertirse en lo que es hoy ... ¿Saben quién soy?   Mi Nombre es Ashton Allen, Tengo 25 años, soy un mafioso multimillonario que solo se tiene así mismo.  Lamentablemente vivimos en un mundo donde la gente te juzga por tu apariencia, ¿no? Soy de tez blanca, mido 6'5 pies, musculatura fuerte, pelo n***o, ojos de color negros y aparento siempre estar enojado.  Mafioso multimillonario, hermano de Steve Allen. Me llaman el Zorro y estoy soltero muñecas. Por ahora.   En realidad, nadie me conoce. Absolutamente Nadie. Mucha gente me juzga por mi apariencia, por mi forma de vestir, por mi rostro ¿Pero saben algo?  Yo también lo hago. Yo también me juzgo. Llevo una vida oscura, vacía, llena de dinero, lujos, putas y alcohol.   ¿Que mi destino pudo ser otro? Tener un trabajo digno, no huir, tener una familia común y corriente, ¿salir los viernes y sábados en la noche con amigos a parrandear?   Nahhhh. ... A mí no me gusta lo común y eso es lo que la gente pide. Lo común.  A mí me aborrece, me aburre lo común y pues bueno. Sino te gusta quien soy o como soy aléjate.   A esta escultura, a este bombón, sexy, guapo y monstruoso hombre le gusta lo diferente, lo que nadie hiciera o tuviera.  Yo era único y diferente y solo alguien cambiaría como yo era. La pregunta era ¿Quién? Ella.   No sé lo que es amar, pero tampoco me opongo hacerlo. El punto es saber a quién darle tu amor, entregarle tu corazón y aunque suene fácil no lo es. Cuando eres rico y te vez bien muchas mujeres te usan o bueno nosotros también las usamos. Solo quiero que sepan algo. Nadie es frío porque quiere, nadie está triste porque quiere sino porque hay algo en su vida que lo hace ser así o tal vez algo le sucedió.  Muchos tapan el sol con un dedo.  Otros sonriendo, otros siendo fríos y otros ahogándose en sus recuerdos.   El dinero no me llena, pero tampoco me llenan las amistades falsas ni la gente hipócrita.   Mi vida se divide en tres cesiones.   1- Mafia   2- Negocios   3- Dinero   ¿Ven?   Pero ahora había un problema. Había una cuarta cesión.   4- Ella ….   Ella me había cambiado la vida. La oscuridad es lo más claro en mi mundo.   Yo necesitaba saciarme de algo, a veces hay un punto en tu vida donde te cansas del ritmo que llevas. Eso me ocurría a mí. Había días donde me entraban millones de Dinero, donde tomaba con amigos y la pasaba con mujeres, pero más nada. Todo dentro de mí seguía igual. Tengo un hermano que Su nombre es Steve como ya sabrán tiene una familia. A veces viajo y me paso un fin de semana con mis sobrinos y mi hermano y su esposa, pero nada es igual. Al llegar a mi casa y saber que me espera más que el silencio y los muebles, eso es algo lamentable pero real. De nada te sirve tenerlo todo cuando en realidad no tienes nada.   Pero había algo que crecía en mí, una ilusión. Cuando la conocí me di cuenta de que la gente luchaba por distintos demonios aun siendo ángeles.  Ella era un ejemplo.  Tenía un problema, un problema que yo podía resolver tan fácil porque ella me resolvió el mío de la noche a la mañana.   Estaba comprometida con otro hombre, incluso ya vivían juntos. En su mirada llevaba tristeza como yo llevaba frialdad, en sus labios llevaba una muy linda y tímida sonrisa, pero en su vida, en su interior luchaba con una gran carga. Algo que jamás haría y que ningún otro hombre debería hacer ¿Saben de qué estoy hablando? ¿Quieren conocer a la chica que me cambio la vida por vía de mis negocios? Les adelantare algo. Fue por vía de un secuestro, un secuestro que yo no quería que le tocará a ella, pero el destino así lo quiso. Su nombre es Ángela Blaserd la chica más hermosa que había visto en mi vida. Mi Ángel.   Yo no nací feliz, pero al menos tengo que morir siéndolo.   Ella era mi felicidad, yo era su infierno y ella mi cielo.   ¿Quién lo diría? Ashton Allen se enamoró.   Nunca retes a la vida, al final es ella quien te terminará retando.   Los dos llevábamos una vida rota. Y eso fue lo que hizo que nos uniéramos.  Algo común pero no detestable para mí.   ¿Quieres saber por qué Ella me cambio la vida?   Pues.........   Narrador Omnisciente   Ellos no buscaban amor, pero lo necesitaban   (…)   Ashton POV'S   -Quiero saber dónde está la encargada real de esta empresa? No tengo todo el día - dije a todos en la reunión.   -La Señora ha tenido un accidente y ha estado de licencia médica unas semanas, pero hoy avisó que vendría señor. Debe de estar llegando - me comunicó una de mis nuevas asistentes.   ¿Se preguntarán que ocurre no? Pues que ahora soy el nuevo jefe de una empresa de envíos a nivel internacional que estuvo a punto de estar en la quiebra, pero la compré y bueno ya sabrán, tengo que ponerme al tanto de todo y la que está encargada de esta empresa no está.  ¿Como lo ven? ¿Un desastre no?   -Está bien. Cuando llegue háganla pasar de inmediato a mi oficina - dije mirando a la chica que se suponía ser mi asistente.   La chica iba a hablar, pero el sonido de la puerta abrirse y cerrarse la interrumpío haciendo que todos miráramos a donde provenía el ruido. Especialmente yo.   Al elevar mi mirada quedé embobado.  Mi mente dejó de funcionar.   Era una chica hermosa. Su mirada me correspondió.  Tenía los ojos de color verde, cabello largo de color castaño ondulado y tez blanca.   - Buenos Días. Disculpen la tardanza, pero ya sabrán mi situación - dijo entrando a la sala de reunión escuchándose los pasos de sus tacones altos.   Iba vestida con un pantalón blanco, un top blanco de cuello V y un suéter color verde con sus tacones altos color plata.   -Mucho Gusto. Mi nombre es Ángela Blaserd.  Soy la Administradora de esta empresa - me dijo caminando hacia mí y dándome la mano colocando su bolso en la mesa de cristal y sentándose en su silla que estaba vacía.   -Él gusto es mío. Ashton Allen, tu nuevo jefe - le dije estrechando mi mano junto con la de ella.   Tuve la oportunidad de mirarla más cerca. Tenía las manos suaves.  Muy suaves.   ¡¿Que?! ¿Qué te ocurre Ashton?  ¡Lo tuyo es tener sexo y ya! Nada más.  Nada más.   -Bien. Me he enterado de que todo ha estado mal en mi ausencia.  ¿Qué ocurrió?  - preguntó muy segura.   -Todo se salió de control y no queríamos molestarla Señorita Blaserd - dijo uno de los presentes en la reunión.   -Ya eso no importa, creo que ya me he puesto de acuerdo con todos ustedes y pueden retirarse.  Hablaré con la señorita Blaserd en privado si me permiten - dije mirando a todos que asintieron, se pusieron de pie y se marcharon del salón.   Al quedarnos solos en la sala pude ver que llevaba una pequeña bendita en su ceja izquierda, un rasguño debajo de un mechón de cabello que pude notar por que movió la cabeza y llevaba los ojos un poco rojizos.   -Disculpe que le haya tenido que interrumpir su licencia médica.  ¿Tuvo un accidente automovilístico?  - le pregunté esperando su respuesta.   Me miró un poco nerviosa moviendo sus ojos de un lado a otro.   -Si, no se preocupe.  Ya estoy mejor, pero es preferible obviar el tema por el momento.  ¿Cuénteme, quiere que le ponga al día de cómo funciona todo esto? - me dijo nerviosa y luego cambiándome el tema.   - Si, por favor - le contesté asintiendo.   Empezó a hablarme sobre todo lo que había hecho antes de que yo llegará, pero yo solo podía ver sus labios moverse, su cabello que se le echaba hacia delante y ella lo regresaba hacia atrás.  En una hoja me señalaba unos cálculos de dinero y en los dedos de su mano pude notar un anillo. ¿Un anillo de compromiso?  ¿Se iba a casar? ¿Tan joven?   Sus ojos verdes me miraron.   -Me está prestando atención? - me preguntó algo confundida.   ¿Sacudí mi cabeza y la miré esta vez directamente a los ojos, pero desvíe mi mirada pensando en qué me estaba pasando?   -Disculpe, pero no. Creo que todo este cambio me ha puesto un poco fuera de mi mismo - le dije apoyando mi cabeza de mis manos y pasando mi mano por mis cabellos.   Algo no andaba bien. Nada andaba bien.   -Entiendo - fue lo que me contestó sin mirarme.   -Cree que podría salir conmigo a tomar un café esta tarde? - le pregunté.  Me miró extrañada. Reí ante su cara de confusión - No es lo que piensa, es para ponernos al tanto de todo esto. Más nada - terminé de decir aclarando mis antes palabras dichas.   Lo pensó unos segundos indecisa con cara de preocupación, pero al final terminó aceptando.   -Está bien - me dijo levantándose de su silla poniendo una cara de como si sintiera dolor al impulsarse a levantarse.   -Está bien?  ¿Se encuentra bien? - le dije colocándome de pie tomando su muñeca entre mis manos y ayudándola a volver a sentarse.   Cerró sus ojos, suspiró y volvió a abrirlos.   -Estoy bien. No se preocupe.  Qué pena con usted - me dijo un poco agitada y avergonzada con la situación.   -No, usted no está bien señorita Ángela.  - le dije mirando su cara pálida.   De su bolso sacó unos analgésicos, los introdujo en su boca y tomó un poco de agua de la botella que había en cada puesto de la mesa.   -Disculpe Señor Allen, pero ... - dijo mi asistente entrando por la puerta, pero al ver a Ángela caminó rápido hacia ella con cara de preocupación.   -Señorita Ángela.  ¿Le ocurre algo? Le dije que no debió de venir hoy todavía.  No está bien - le dijo la joven.   -Ya se me pasará - fue lo único que contestó Ángela.   -Discúlpenos señor Allen, pero me la tendré que llevar fuera unos minutos a tomar aire libre - me dijo la chica con algo de miedo.   -No. Yo lo haré.  Tu quédate a cargo de mis visitas - dije sin mirarla y mirando a Ángela que creo que pareció temerme también.   -Ven, Te ayudo - Le dije a Ángela para levantarla de su silla. Coloqué mi brazo en su cintura sintiendo como todo su cuerpo se tensaba y como se quejaba de dolor.   Caminamos hasta llegar a la puerta, luego hasta llegar al ascensor y allí marqué el piso número uno.   Sus párpados estaban dilatados. Se notaba cansada. Había llegado de buen ánimo, pero al parecer no era así.  Dentro del ascensor me pude dar cuenta que si era la mujer más bella que había conocido. Pensé en dibujarla, pero no ahora.   -Debió de ser un accidente muy grande el que te esté causando todo esto - le dije para perder la tensión.   -Créame si lo fue. Por eso no me gusta hablar de él - me dijo sin mirarme volviendo a sentir como se ponía nerviosa.   El ascensor se abrió dejándonos ver las puertas de la empresa.  La gente nos miraba.  Miraba a Ángela con cara de preocupación y a mí con cara de gentileza.   Al salir el viento azotó nuestras caras, el pelo de Ángela se regó por toda su cara y sentí como se tambaleó al chocar con la luz del sol. La sostuve sintiendo su cuerpo tensarse.   -Creo que es mejor que descanse Señora Ángela.  No se encuentra usted en su mejor estado de salud - le dije mirándola a los ojos. Su mirada me correspondió y me sentí tan vacío al mirarla profundamente a esos ojos color verdes. Quise sentir lo que ella sentía, pero era en vano.   Me sonrió.   -Muchas Gracias y disculpe que lo haya hecho pasar por todo esto dirá que le doy mala ... - empezó a hablar y a disculparse, pero no la dejé terminar.   -No me agradezcas. Es mejor así y no hay ningún problema.  Al contrario, se me hizo un placer haberte conocido y saber la gran mente que tienes - le dije mirándola, pero desvío la mirada.   Odiaba que hiciera eso.   ¿Por qué lo hacía?   -Bueno.  También fue un gusto. Iré por mi auto - me dijo dándome la mano por cortesía.   -No, no permitiré que conduzcas. Llévate uno de mis chóferes, que te lleven en tu auto y luego él se regresa con el otro guardaespaldas que irá detrás de ustedes - le dije llamando a uno de mis guardaespaldas de la puerta.   -Oh señor Ashton es en.…- quiso hablar, pero no la deje terminar.   -No sé preocupe. Sé lo que hago - dije sonriéndole.   -A sus órdenes señor Allen - me dijo uno de mis guardias.   -Lleve a la señorita a su casa. ¿Conducirá a donde ella le diga y luego te regresas con uno de tus compañeros, Okay? Me la cuidan por favor - le ordené.   -Si señor - me contestó.   Ángela le pasó las llaves de un Audi R8 al guardia y antes de irse me miró.   -Muchas Gracias nuevamente y discúlpeme - me dijo vergonzosa.   -De nada.  Espero que te mejores. Nos vemos luego y la salida queda pendiente - le dije guiñándole el ojo con una media sonrisa.   ¿Qué diablos me estaba pasando?   .......   -Es que no sé. Si la hubieses visto.  Era tan hermosa. Tenía unos hermosos ojos, pero cuando la miraba estaban como tristes, vacíos.  Pude sentirlo hermano.  Créeme.  Estuve tan cerca de ella, sentí su cuerpo temblar.  Era tan suave, tan frágil - dije sentado en mi sillón con un vaso de licor perdido en mis pensamientos mientras le contaba a mi mejor Amigo Jacob la extraña sensación al estar con una mujer que veo por primera vez y ya siento algo que me hata a ella.   -Tienes que saber que es primera vez que la ves. No puedes sentir algo por ella así tan de repente.  Ashton me estas asustando. Tú no eres de esto. Creo que tendré que llamar a Steve - se burló al final.   -No estoy bromeando Jacob. Fui con el propósito de emprender otra empresa.  No de quedar atrapado en los ojos de una chica- le dije pasando mis manos por mi cabello frustradamente.   - Debes tener las cosas en claro. No somos Nicholas, Ni Steve. No podemos tener amores aún, descansa, convéncete de que sólo estas impresionado por su belleza y ten presente que para mañana   tenemos mucho trabajo y un gran robo y secuestro en el banco central de la Ciudad. Ya habrá tiempo para todo hermano - me dijo palmeando mi espalda suavemente.   -Tienes razón, aunque eso no me impide averiguar su vida, donde vive, con quien está comprometida, si tiene hijos y por qué a pesar de la tristeza en sus ojos aún seguía sonriendo y diciendo que estaba bien -   ¿Por qué?   (…)   Ashton POV'S   Había tenido un día agotador en la empresa hoy, pero algo que no olvido y que me agradó mucho fue lo que encontré al llegar a mi oficina.  Una pequeña nota con letras cursivas encima de mi escritorio.   Buen día señor Ashton. Disculpe por faltar hoy nuevamente. Aún no me siento muy bien, le juro que le recompensare con trabajo mis faltas y ahh ... con la salida que tenemos pendiente. Pase un excelente día.  Mis disculpas nuevamente y no se olvide de sonreír.   Atte.: Ángela Blaserd   ¡Si! Como lo leen. Me gustó, pero a la vez me dolió.  Me estoy haciendo ilusiones con una mujer comprometida que cuando la miró me desvía la mirada.   Ahora mismo estaba en mi despacho en una de las casas alejadas de la ciudad donde aquí hacia mis jugadas sucias.  Estaba esperando que me avisaran que todo había salido bien con el robo y el secuestro en el banco.   El plan era que mis mejores hombres y Jacob entrarán al banco más rico y popular de la ciudad, mataran a los de seguridad, robaran el dinero y se llevarán a todas las mujeres que estuvieran presentes para Luego yo venderlas en un prostíbulo. ¿Qué les parece? ¿Fantástico no?   Tomé una hoja, un lápiz y me apoyé de la mesa para empezar a dibujar lo primero que me viniera a la mente.   -Permiso señor.  La operación fue un éxito - me interrumpió uno de mis hombres.   -Donde esta Jacob?  - le pregunté poniéndome de pie rápidamente.   -Se quedó con las mujeres - me dijo caminando junto a mí.   Bajé las escaleras hasta el sótano por donde habían entrado los camiones camuflados.   Abrí la puerta y solo se escuchaban los sollozos de las chicas. Jacob daba vueltas alrededor de ellas quienes tenían las bocas selladas con tape y las manos atadas con cuerdas y estaban sentadas en el suelo por filas.   Las miré a cada una, a cada una hasta chocarme con unos ojos.  ¡Esos ojos! Esos ojos color verdes.  Por un momento creí que dejé de vivir, de respirar. Mi mente no funcionaba, mi cuerpo no me respondía.  Su mirada estaba sobre mí, estaba tan sorprendida de esto como yo. Lágrimas bajaban por sus mejillas.   -Como estan hermanas!? ¿Ni cuantas bellezas tenemos aquí no? Ganaremos un dineral - Escuché a Jacob hablar, pero es que no me importaba lo que me estaba diciendo.  Solo me importaba una cosa. ¡Ella! ¡Ella estaba aquí!  ¡Secuestrada! ¡Yo la había secuestrado! ¡¿Que?!   -Zorro- me dijo Jacob llamándome.   -Zorro - me llamó nuevamente.   Lo miré.   -Escúchenme bien muñecas, Todas tienen que colaborar o sino no les aseguro que saldrán vivas de aquí.  A mi brother y a mí no nos gusta maltratar a las damas, pero sino cooperan no tendremos otra opción - Hablé alto. Sentí como temblaron, sentía el miedo en todo el almacén. Pero no me daban pena.   - Todas serán llevadas a un prostíbulo, allí serán cambiadas de looks y le darán un hogar.  ¿Qué les parece? ¿Un cuento de hadas no? - les habló Jacob con sarcasmo y alegría falsa al final.   -Todas menos una - dije.   Sentía sus miradas, pero yo no podía dejar de mirar aquellos ojos. Aquellos ojos verdes.   Caminé hacia el fondo de la fila de mujeres sintiendo como se estremecía del miedo con el sonido de mis pasos. Al estar frente a ella pude darme cuenta de que sí, no estaba equivocado, era ella.  Era ella.   -Todas menos tú - dije estando frente a ella. Me agaché y sentí como todo su cuerpo temblaba, cerró sus ojos por temor. La tomé suavemente por su brazo sintiendo como sollozaba, como temblaba cada vez más, tanto así que hasta yo estaba asombrado de lo que podía hacer. No me gustaba en ella, pero, no tenía de otra. La levanté junto a mi poniéndola de pie y haciéndola caminar.   -pórtense bien muñecas!  No le den problemas a mi brother, regreso en unos minutos.  No me extrañen - dije con una sonrisa cínica para todas.   Jacob solo me miró confundido, pero asintió.  Salí de aquel almacén con Ella caminando junto a mi lado, mientras subíamos las escaleras escuchaba sus sollozos, no podía mirarla a la cara, no podía.   Al llegar a mi habitación la senté en los sofás que adornaban mi habitación y sin mirarla a la cara le solté las cuerdas de sus muñecas y pensé en quitarle el tape, pero ....   -Escúchame.  Te quitaré el tapé de la boca, pero primero tienes que escucharme.  Sé que estás asustada, que no entiendes que está sucediendo, que tal vez me odies, que estés confundida, que tienes miedo. Pero yo no te haré daño. Te lo juro. Tienes derecho a hacerme todas las preguntas que quieras, te las voy a responder, pero no grites. ¿Entiendes?  Cálmate.  No te haré daño - le dije calmadamente frente a ella mientras veía como sus lágrimas caían como cascada por su rostro.  Estaba roja, sus ojos estaban del color de la sangre de tanto haber llorado al igual que sus muñecas por el amarre tan fuerte. Suavemente sin hacerle mucho daño le quite la cinta de su boca.   No hizo ninguna mueca de dolor o algo parecido.  Eso me extrañó.  Me fijé en la herida en su mejilla, la herida en su ceja izquierda y su frente. ¿Sus ojeras? Eso no estaba ayer ahí, la herida en su ceja sí, pero lo demás no.   -Mis hombres te golpearon? - le pregunté extrañado.   -No - fue lo único que me contestó con la voz entre cortada.   - Que hacías en ese banco! ¡¿A esa misma hora que yo haría este secuestro?! ¡¿Por qué estabas ahí?! - le pregunté   Me miró.  Había algo en sus ojos que no podía descifrar.   -  Estaba sacando un dinero.  Déjeme ir. No puedo confiarme de usted. Ni si quiera sé quién es, si mi jefe o un sicario que tiene mi vida en sus manos y la vida de más mujeres ¿No tiene piedad de nadie? Le juro que si me deja ir no diré nada - Me dijo esta vez mirándome a los ojos.   Sentía su miedo, lo podía presenciar a kilómetros. Sus palabras fueron como un balde de agua fría sobre mí.   Trague en seco.   -Soy un mafioso Ángela.  Lamentablemente esa es mi realidad, soy dueño de la empresa en donde trabajas porque es la forma de limpiar mi dinero.  Un simple lavabo es lo que hago. Aunque te cueste creerlo yo no soy como el que te está pegando de esa forma. Ayer no tenías esas heridas y mis hombres no te golpearon.  ¿Estás comprometida no?  Con Jonas Martínez- le pregunté con punzadas frías verbalmente.   Me miró sorprendida.   -Como sabe usted eso? - me preguntó con sus ojos muy abiertos.   Reí a carcajadas.   -Sólo lo sé.  ¿Pero dime algo? Si me dices te dejo ir. ¿Qué hace él contigo? Porque cuando me acerco te pones nerviosa, cuando te miro me desvías la mirada, no te quitas tu suéter, tomas analgésicas para dolores musculares, ¿estas heridas son de golpes recientes y tienes grandes ojeras bajo tus ojos? - le pregunté serio esperando su respuesta.   No me respondió.  No me respondía.  Solo se quedada llorando, sollozando y ahogándose en sus pensamientos.   -Es él verdad?! ¿Dime qué diablos te hace? Te juro que no te pasará nada. Conmigo estas a salvo te lo juro. Si me dices te dejaré ir - le dije hablándole un poco subido de tono de voz transmitiéndole confianza con mis ojos.   Me miró.  Lágrimas bajaron por sus mejillas.   -Él .... Él. ... - sollozo'   Estaba insegura de si decirme o no decirme, hasta que me miró a los ojos con profundidad.   -Ashton.... Él me golpea ... - Hizo una pausa dejando de mirarme - luego que me golpea abusa de mí y muchas veces luego que abusa de mi me vuelve a golpear - término de decir ahogándose en un llanto profundo por el dolor que le causaba recordar eso. Mis manos se hicieron puños, mi respiración era entre cortada Y sentía la sangre hervirme.
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