"No", declaró Wyatt suavemente mientras cruzaba los brazos de manera demostrativa.
¡Qué coño dices! Te voy a demandar hasta el cansancio. ¿Cuántos abogados tienes contratados ahora que perdiste todo el dinero de tu padre?
—Ninguno —admitió Wyatt—. Aunque no lo necesito en este caso.
"Está en California ahora, Sr. Magnussen. Lo más pequeño... litigar..."
"¿Litigioso?" preguntó Wyatt con una sonrisa burlona.
—¡Sí! —tronó Scott—. ¡Te venceré, carajo!
—Mentira —replicó Wyatt mientras volvía a sentarse—. Ni siquiera tú eres tan estúpido como para demandarme. En ninguna jurisdicción. Ni siquiera en tu trabajo, creo que te beneficiaría admitir en el tribunal que eres cómplice de una violación.
—¡Ese era el tipo de escena a la que accedió, maldito creído! —espetó Scott—. Se suponía que iba
