Después de aproximadamente cinco años sin verse, un grupo de viejos compañeros de universidad se reúnen en una casa de campo. Durante su época de estudiantes fueron bastante unidos, llegando a ser cómplices de aventuras, sin embargo, luego de su separación post graduación, les fue muy difícil mantener el mismo nivel de comunicación. Por esta razón, José, Camila y Oscar, estaban realmente ansiosos por verse y ponerse al dia, con los grandes relatos inspirados en sus anécdotas picantes del último lustro.
Tan pronto como llegaron a la cabaña, después de un largo trayecto en carretera, dejaron el equipaje en sus respectivas habitaciones y pusieron manos a la obra. Oscar se encargó de buscar la leña para la fogata y el asado, Camila le tocó acondicionar la sala de estar, mientras que a José le correspondieron las bebidas y la música.
Cada uno de ellos, hizo de lado su vida cotidiana para juntarse y tener unas pequeñas vacaciones de las presiones de ser adulto responsable. De alguna forma, su amistad representa una válvula de escape a los problemas que los aquejan, debido a que la confianza que existe entre ellos, no la experimentan con ningún miembros de sus familias,
Con cada uno de los detalles cubiertos y la comida lista, tiraron varios cojines sobre la alfombra, descorcharon la primera botella de vino y entre chistes y platicas sin importancias, empezaron a surgir las primeras confesiones. De aquí en adelante, contaran de propia boca cada una de ellas, si tabúes ni preocupaciones, sin temor alguno a ser juzgado, porque entre verdaderos amigos puedes sentirte libre de expresar lo que sientes. Hablaran de fantasías, confesiones e historias candentes que te dejaran con la boca abierta.
El primero en hablar, como era de esperarse fue José, quien era el más abierto de los tres, siempre daba un paso al frente cuando se trataba de situaciones difíciles, siendo la inspiración necesaria para que sus amigos reunieran el valor suficiente, para seguir su ejemplo.
El Viaje
El fin de semana estaría de aniversario número cinco con mi esposa, organice un viaje para una isla donde nos hospedaríamos en un hotel que tenía acceso directo a una playa privada.
Mi nombre es José 38 años, 1.75 estatura, complexión media, moreno, según mi esposa muy guapo. Ella es de 33 años, complexión atlética, cabello n***o largo, 1.73 de estatura, con un trasero de infarto y unos senos redonditos no muy grandes pero firmes, su nombre es Susan. Este viaje sería una sorpresa para ella ya que últimamente casi no hemos tenido tiempo de viajar, al llegar el viernes en la tarde le anuncie que debíamos alistarnos para salir muy temprano en la mañana salir a tomar el ferry, teníamos que viajar en auto alrededor de una hora para llegar y embarcar, luego de eso serían dos horas de viaje para llegar a la isla, salimos de casa cerca de las 3am, llegando a la isla casi a las 7:00 am.
Cuando llegamos al hotel nos registramos, desayunamos juntos para luego irnos a la playa a tomar el sol un rato, "este viaje lo organice con dos intenciones, la primera para regalarle un fin de semana diferente a mi esposa y la segunda es tratar de hacer realidad una fantasía s****l que ella tiene hace mucho tiempo, la cual consiste en un trío con dos hombres, cosa que quiero complacer ya que también me gustaría verla disfrutar. Mientras estemos en la playa trataré de ver si conseguimos un candidato para dicha ocasión".
Nos metimos al agua y ella estaba usando un traje de baño bastante pequeño que dejaba poco a la imaginación, dentro del agua ella estaba abrazada a mi dándome muchos besos, la verdad la estábamos pasando muy bien y con todos esos besos yo tenía una tremenda erección, le estaba metiendo mano a mí esposa por todas partes, y cuando pase la mano por si entre pierna note que estaba muy húmeda, le dije al oído que quería hacerle realidad su fantasía de que dos hombres la follaran, ella al escuchar eso se quedó en silencio durante unos segundos y tomo mi pija y la apretó y pregunto.
–S: ¿estás seguro de eso cariño? –
–J: ¡por supuesto, cariño quiero verte disfrutar mucho! –
–S: no quisiera que tengamos problemas por esto amor. –
–J: No cariño no te preocupes, eso no pasará. Ahora lo que tenemos es concéntranos en conseguir alguien que llene las expectativas y este de acuerdo con nosotros. –
–S: ¡está bien cariño! ya estoy muy excitada si es por mí ya estaría cabalgando sobre ti. –
Cuando me dijo esto le di un morreo intenso y luego salimos del agua para tomar un par de cervezas. Mi esposa me espero en las tumbonas mientras yo me acercaba a la barra para pedir las bebidas, ahí me atendió un chico llamado Armando, me dio el par de cervezas y me dijo que le diera mi ubicación y que podría hacerle señas para pedirle la siguiente ronda él las llevaría al sitio, eso me pareció excelente. Le di las gracias y me retire, cuando iba de regreso pensé que Armando podría ser el candidato perfecto para nuestros planes él era, alto, rubio, de complexión atlética (bastante musculoso), solo debía plantearle a mi esposa para saber si opinión.
Llegamos a las tumbonas le conté todo a Susan y le pareció buena idea, cuando pedí la segunda ronda y Armando las llevo hasta donde estábamos le presente a mi esposa, pude notar como el recorría todo el cuerpo de ella con la mirada, era claro que le había llamado la atención, luego de varias rondas, mi esposa se fue al agua mientras yo pedía la sientes cervezas, cuando Armando llegó aproveche la oportunidad para hacerle saber cuáles eran nuestros planes.
–J: ¡oye armando! estoy acá con mi esposa por una razón y es cumplirle una fantasía que tiene de follar con dos hombres y me preguntaba si querías ayudarme con ese objetivo. –
–A: por mi encantado, tu esposa es una mujer hermosa cualquiera sería afortunado de tener esta oportunidad. –
–J: perfecto entonces, nosotros solo estaremos esta noche acá, ya mañana en el transcurso del día regresamos a casa. –
–A: bueno no se diga más, yo salgo de mi turno a las 7:00 pm, tú me dices a qué hora y dónde nos vemos. –
–J: perfecto, bueno nosotros estamos en la habitación 1107, llega a eso de las 8:30 pm. De Todas maneras antes de irnos de la playa te confirmo. –
–A: perfecto José. Me retiro para continuar con mi trabajo quedamos en contacto.
–J: Ok así será. –
Terminamos de charlar, tome las dos cervezas y me fue al agua para llevársela a mi esposa y comunicarle lo acordado con Armando.
–J: ¡hola cariño! aquí traje una cerveza para que te refresquera. –
–S: ¡gracias amor! cuéntame pude observar que estuviste hablando con Armando, ¿sobre qué charlaban tanto? –
–J: bueno cariño le propuse lo de cumplir la fantasía y estuvo de acuerdo esta noche sobre las 8:30 llegara a nuestra habitación. –
Al decirle esto a Susan, me rodeo con sus brazos y piernas y nos fundimos en un beso, yo le acaciaba el trasero y nuestra excitación iba en aumento, no pude contenerme y como estaba en el agua moví un poco el tanga del traje de baño y libere mi polla del bañador apuntándola directo a la entrada de la v****a de mi esposa, ella al sentirla movió las caderas facilitando la penetración, pude escuchar cerca de mi oído los gemidos ahogados de Susan.
–S: ¡si mi amor! Estas divino, me encanta sentirte dentro, –
–J: ¡tú también estas divina cariño! –
Estuvimos follando durante unos minutos ahí dentro del mar, pero no duramos mucho porque se metieron al agua un grupo de personas y se acercaron bastante a nosotros, esto hizo que interrumpiéramos nuestro encuentro, quedando ambos muy excitados. Tuve que esperar durante un buen rato que bajara mi erección para poder salir del agua.
Cuando pudimos salir del agua nos dirigimos a las tumbonas y le hicimos señas a Armando para que nos acercara un par de cervezas más. Así estuvimos un par de horas más antes de irnos al restaurante para comer, antes de salir del área de la playa pasamos por la barra confirmándole a Armando la hora para que llegara a nuestra habitación.
Nos retiramos y fuimos directo al restaurante para almorzar, cuando terminamos, fuimos rumbo a la habitación para descansar un rato y prepararnos para el encuentro de la noche con nuestro amigo Armando, estando en la habitación llegamos directo a la ducha para sacarnos el agua salada del mar, en el baño estuvimos un buen rato continuando con lo que dejamos a medias en el bar, yo tenía una erección tremenda, tome a mi esposa por la cintura acercándola a mí y dándole un gran beso.
Luego fui bajando por su cuello dando pequeñas lamidas, chuponas y una de mis manos se fue directo a su clítoris acariciándole suavemente, ella se limitaba a gemir dentro de la ducha había un pequeño banco hecho de concreto y cubierto con cerámica, le indique a Susan que se sentara, cuando lo hizo yo me arrodille, tome sus piernas y las abrí, teniendo total acceso a su concha, hundí mi cara dentro de ella recorriendo todo su sexo con mi lengua.
Los gemidos de mi esposa inundaban el baño, quizás nos escuchaban fuera de la habitación pero no nos importaba, así estuve durando unos diez o quince minutos quizás comiéndole la concha hasta que Susan experimento un gran orgasmo, yo me puse de pie frente a ella masturbándome lentamente mientras ella recuperaba el aliento, cuando lo hizo tomo mi polla entre sus labios chupándola hábilmente, cosa que me encantaba que hiciera, ella seguí sentada en el pequeño banco dentro de la ducha y yo de pie frente a ella con la polla en su boca, acariciando su cabello y marcando un poco el ritmo de la mamada.
Luego de varios minutos ella se levantó poniéndose frente a mí.
–S: ¡follame cariño! –
Dándome la espalda se inclinó levemente apoyando sus manos en la pared, yo tome la pija y la guie a la entrada de su v****a, fue penetrándola lentamente sintiendo como las paredes de su v****a se iban abriendo y atrapando toda la extinción de mí pene, esa sensación era maravillosa, al meterla toda en su interior comencé el movimiento de caderas y los gemidos de ambos no se hicieron esperar.
–S: ¡si mi amor!, me gusta mucho como me follas. –
Escucharla de esta manera me calentaba mucho, y aumentaba la rudeza con la que la cogía, el sonido que hacían las nalgas de Susan chocando contra mi cuerpo me encantaba, la tomaba con una mano por las caderas para marcar el ritmo y con la otra agarraba su cabellera negra enrollándola y tirando de ella haciendo que echara su cabeza hacia atrás; esto a ella le encantaba sentirse un poco sometida pero sin llegar a lastimarla.
Luego así estuve follándola durante unos minutos hasta que ella se separó de mí y me indico que me sentara, cuando lo hice ella se sentó sobre mi polla dándome la espalda y tomando la pija en sus manos la guio a la entrada de su concha, en lo que sintió la punta en la entrada se sentó de un solo golpe soltando un sonoro gemido, comenzando asi a cabalgar sobre ella, la sensación que producía ese moviente era maravillosa y no iba a aguantar mucho tiempo , le hice saber que si seguía así me correría pronto.
Mi esposa al escuchar esto me dijo que quería sentir todo el semen dentro de ella y aumento el ritmo, llegando así el momento que tanto quería, la tome de las caderas con ambas manos y la hice bajar completamente metiendo toda la extensión de la polla dentro de su concha, quedando inmóvil y con un fuerte gemido comencé a vaciarme en su interior, al mismo tiempo podía sentir como los músculos de la pared vaginal se contraía apretando la polla, ella también tuvo un orgasmo en ese momento.
Debido al orgasmo que había experimentado, se le debilitaron las piernas cayendo sentada en el piso a mi lado y mi polla quedó a nivel de su cara aun con una media erección, Susan al notar esto atrapo la pija en su boca chupándola suavemente y limpiado los restos de semen que habían quedado alrededor de ella.
Nos terminamos de duchar y cuando salimos del baño nos acostamos un rato a descansar, aún faltaba aproximadamente cuatro horas antes de la llegada de nuestro amigo Armando y aprovechamos ese tiempo para reponer energías, nos quedamos dormidos un par de horas y al levantarnos, Susan se dio nuevamente otra ducha y comenzó a arreglarse para esperar la llegada de nuestro amigo.
Yo por mi parte mientras mi esposa se vestía y yo sabía que se iba a tardar un poco,
Aproveche para darme también una ducha, ahí estuve durante largo tiempo la regadera. Cuando retorne a la habitación y mire a mi esposa estaba vestida con un vestido blanco ceñido al cuerpo y bastante cortito, se estaba maquillando y se veía muy sexy.
La abrace desde atrás por sus caderas dándole un beso por un costado en el cuello y metiendo mi mano entre sus piernas, para mi sorpresa no llevaba ropa interior y tenía la concha muy húmeda, eso me provoco una erección inmediata, ella dejo se maquillarse y giro la mirada hacia mí con una sonrisa pícara y me dio un corto beso en los labios antes de continuar con su maquillaje.
Luego que estuvo lista abrimos una botella de vino del mini bar y servimos dos copas mientras esperábamos la llegada de Armando.
–S: ¡estoy nerviosa cariño! –
–J: ¡tranquila amor, la vamos a pasar muy bien! Ya lo veras. –
–S: espero que sí. –
Así estuvimos tomando y charlando, un poco y pasada media hora, tocaron a la puerta y al abrir era Armando.
–A: ¡buenas noches José! Les traigo una botella de vino para compartir. –
–J: gracias Armando, pasa por favor. –
–A: ¡permiso! Buenas noches Susan. –
–S: ¡hola Armando! Siéntete como en tu casa por favor! –
Al entrar le servimos una copa, chalamos un poco él nos comentó que trabaja en el hotel hace más de un año y que con eso cubría parte de sus estudios, luego de un rato pusimos música y el sacó a bailar a Susan, ellos se fueron al centro de la pequeña sala de la habitación, yo quede sentado en un pequeño mueble dispuesto a un lado de donde ellos bailaban y tenía una perfecta vista de todo los que hacían, Armando tomó a Susan por la cintura y la pego a su cuerpo, al poco tiempo de comenzar a bailar ya él estaba recorriendo su cuerpo con las manos sin ella oponer ningún tipo de resistencia.
Luego de unos minutos ya estaban besando entrelazando sus lenguas, yo los seguía observando y ya mi pene comenzaba a ganar dureza. Armando comenzó a subirle el vestido y metió una mano en la entrepierna de mi linda esposa, comenzando a acariciar su clítoris, ella por su parte no se quedó atrás, llevo una de sus manos sobre la polla de él que aún estaba atrapada dentro del pantalón, de esta manera se magreaban mutuamente, mi excitación iba aumentando cada vez más observando como un extraño que casi no conocíamos estaba quitándole la ropa y que pronto la follaria.
Armando metió uno de sus dedos en la concha de mi esposa que ya a estas alturas emitía unos gemidos deliciosos, y ella desabrocho su pantalón bajándolo junto al bóxer para liberar la polla que ahí se encontraba atrapada. Cuando la saco se separó del beso para observar asombrada semejante pedazo de carne que tenía Armando entre las piernas, incluso más grande que la mía.
Susan, no resistió e instantáneamente se arrodillo frente a él y tomo la gran polla en sus manos masturbándola lentamente a escasos centímetros de su cara, ella estaba como hipnotizada viendo semejante pija y que pronto seria solo para ella, luego de unos segundos moviendo su mano por toda la extensión de la pija la tomo firmemente y abrió la boca para tratar de engullirla, yo ya en este punto estaba desnudo masturbando observando toda la escena sin perder detalles.
Mi esposa trato de meter esa polla en su boca sin tener éxito, solo pudo meter la punta y un poco más, dándole fuertes chupones y con su otra mano estimulando su clítoris, Armando la tomo por el cabello con una mano y con la otra le acariciaba uno de sus senos, ella gemía de gusto por la estimulación de su clítoris y porque el presionaba levemente sus pezones mientras mi esposa succionaba la pija.
Luego de varios minutos dedicada a esa polla él la tomo de brazo y la llevo a la cama y le indico que se acostara boca arriba, ella lo hizo de inmediato, yo por mi parte me fui junto con ellos al cuarto y me senté en una esquina de la cama que era bastante amplia una King size para observarlos mejor y continuar masturbándome lentamente, el abrió las piernas de Susan y hundió su cara para comerle toda la concha, ella daba fuertes gemidos y luego de unos minutos noto mi presencia y estiro una mano tomando mi polla para masturbarla, seguidamente me levante y tome posición a un lado de ella quedando mi polla a nivel de su boca, no hizo falta decirle nada ella abrió la boca y comenzó a mamarme la polla.
Armando le provocó un fuerte orgasmo a Susan y cuando ella estaba aun con los espasmos, él se levantó tomo su polla colocándose un preservativo y lo fue metiendo en la concha de mi esposa, lo hacía lentamente ya que por su gran tamaño podía lastimarla pero gracias a lo mojada que ella estaba no puso mucha resistencia. Él fue metiendo la polla poco a poco mientras ella me chupaba la pija de una manera frenética, me sentía en el cielo me estaba dando la mejor mamada de mi vida.
En lo que metió casi toda la polla comenzó un mete y saca suave pero constante, mi esposa estaba como posesa con ella polla en su interior y la mía en la boca, luego de unos minutos el salió de su interior y se acostó a su lado con la gran polla apuntando al techo, Susan soltó mi polla y se levantó rápidamente se montó sobre el tomando la polla con la mano y guiándola a su concha y la metió de un solo golpe dando un fuerte gemido, yo quede una vez más al lado de ellos viendo como esa gran polla se perdía dentro de la concha de mi esposa y la cara de placer que ella tenía.
Comenzó a cabalgar sobre Armando bastante rápido, se le ponían los ojos en blanco debido al placer que estaba recibiendo, al poco tiempo él le anuncio que estaba por correrse, cuando ella escucho eso se levantó rápidamente y le dijo que quería todo el semen en sus senos, ella se acostó y él se colocó a un lado de ella quitándose el preservativo yo al ver esto rápidamente tome posición y le metí la polla a mi esposa en la concha, mientras ella masturbaba frenéticamente la polla de armando para hacer que se corriera.
Cosa que logro a los pocos segundos, pude ver claramente como expulsaba varios potente chorros de semen que fueron a parar a los pechos, cara y boca de mi esposa, era impresionante la cantidad de semen, dejando a Susan echa un desastre. Yo al observar esa escena no aguante y me corrí en el interior de mi hermosa esposa, ella tomo la polla de armando y la lamio toda limpiándola y dejándola completamente limpia.
Cuando nos paramos de la cama Susan fue directo al baño para limpiarse, Armando se levantó, tomó su ropa y no espero que mi esposa saliera, se vistió y me dijo que tenía que irse. Cuando ella salió del baño ya él se había marchado, esa noche la pasamos de maravilla, hicimos el amor una vez más y luego nos quedamos dormidos hasta el siguiente día que teníamos que regresar a nuestro hogar, ahora eventualmente buscamos otro hombre o una mujer para hacer tríos, así la pasamos de maravilla y nuestra vida s****l a tomado un nuevo ritmo.