No sabía de que manera disculparme con Hanna, mis largos pasos me ayudaron a alcanzarla, James se había encargado de detener su salida. - ¿Puedo hablar? — esperaba una actitud cruel hacia mi por parte de Hanna, pero no ha sido así. - Sube... estás en tu auto. — recorrió su cuerpo al otro extremo del auto. - Lo siento, mi actitud no fue la adecuada. — la miré fijamente. - ¿Te has disculpado con tus padres? Yo acepto tu lo siento. — su respuesta es extraña. - ¿No estás molesta? — James se quedó fuera del auto, le he pedido que coloque las llaves en mi mano para marcharme solo con Hanna. - Molesta no, desepcionada si. — ni siquiera me miró. - Perdí el control Hanna... deberías de entenderme y además tu no cooperaste. — ahora sí sus ojos enfocaron en mi. — ¿No coopere? ¡Qué cara

