¡Tengo que ser mas fuerte! ¡Tengo que ser mas fuerte! Me repetía una y otra y otra vez en la ducha. La noche anterior estuve a nada de volver a terminar en la cama con Alessandro, ahora es mi jefe y siempre he dicho que no se pueden mezclar los negocios con el placer, pero soy débil, muy débil cuando se trata de él. Alessandro me encanta... Tiene una manera de ser rara... es expontaneo pero a la vez odioso, explosivo pero a la vez amable, enojon pero a la vez gracioso, y además es guapisimo y ceo de la empresa mas importante del país. Imaginé en mis sueños tenerlo una vez mas en mi cama, acariciando con sus enormes manos todo mi cuerpo, me volvía loca de frustración de saber que tengo que reprimir mis sentimientos de placer por él. Me preparaba para salir a Davenport, me encantó la ima

