Julieta Las situaciones que te sacaban de tu forma de confort eran buenas, te enseñaban a moldearte, y que las circunstancias no te afectaran, precisamente eso era lo que estaba haciendo, por mi extraño que parezca, acepte cantar con Mateo en un concurso, cosa que no me gusta en absoluto. ¡Yo sólo cantaba en el baño! No me consideraba buena cantante, aunque mi madre insistiera en que si. Por lo cual estaba sumamente nerviosa, sólo teníamos dos meses para prepararnos, pero al ver el rostro de Mateo cuando le nombraron aquel hombre, creí que todo valdría la pena. La verdadera tortura era aprender en dos meses, a tocar guitarra como profesional. Y Mateo se estaba encargando de que aprendiera rápido, y fácil, sólo que mi cabecita aún no entendía cuales acordes debía tocar. ¡Que d

