Julieta. Llego a casa peor de lo que me sentía antes, todas las emociones reprimidas salían a la luz, sin embargo no era el momento de echarme a llorar, sino de fingir que nada pasaba, camino hacia la sala en busca de madre quien sabe que a esta hora debia estar llegando, rara vez no estaba ocupada con su trabajo, por lo cual no me sorprendería que no estuviera. Mis ojos castaños observan minuciosamente el lugar y frunzo el ceño al ver a mi madre viendo la televisión con una caja de pizza. Ella no suele comprar pizza, dice que es poco sano, por lo que... Que haya comprado sólo significa que tuvo una conversación con mi padrastro y está enojada. Suelto un suspiro y me siento a su lado tomando un trozo. —Hola Juli, ¿Como te fue? Mi mirada se mantiene en cualquier lado que no sea e

