Gianna
Chiara se separa de mi y me observa, lágrimas caen por sus mejillas no puedo creer que ella esta aquí, aún no entiendo por qué está vestida así le pedi que no viniera.
- Gi... Gia ¿Que te paso?, por que hiciste eso- dijo y un sollozo se escapo de mi.
- Pe... perdóname Chia.. no.. no podía más, ya no... - dije entre lágrimas.
- Mi Gia ¿que te hizo ese imbecil? ¿que te hicieron mi niña?- no podía dejar de llorar, ella puede tener la misma edad mía pero siempre me a visto como una niña, me a protegido siempre y veo en sus ojos lo que le duele verme así.
- Selene es amante de Pietro... Chia- mencione.
- Desgraciados, con razón nunca me simpatizo, te dije que no era una buena persona Gia, perdóname por no estar contigo- dijo acariciando mis mejillas y limpiando mis lágrimas.
- ¿ Por qué estás vestida así?- preguntó.
- Él no me dejo pasar a visitarte, me lo prohibió y tuve que recurrir a esto, sabes que nada me detiene- dijo y yo sonrió lo se ella siempre obtiene lo que quiere.
- Chia...- dije nerviosa- estoy embarazada- sus ojos se abren mucho por la sorpresa- yo... yo no lo sabía, e.. estuve a punto de matar a mi bebé también- dije titubeante.
- Gia, no digas eso tu no sabias, gracias a Dios estas bien y tu bebé tambien- ella acaricia mi cabello.
- Selene, quiere que aborte la escuche decirlo- dije y mis mejillas comenzaron a bañarse de lágrimas nuevamente- se que lo que hice no estuvo, bien pero quiero proteger a este bebé, siempre quise ser madre y si este bebé esta creciendo dentro de mi es por algo, el vino a darme una razón para vivir, independientemente de quien sea el padre ya amo a este bebé.
- Gia tranquila, relajate eso puede afectarle, mira no puedo estar mucho tiempo más, no se si el vendrá de nuevo pero te prometo sacarte de aquí ¿si?- asiento ante lo que dice- vendré por ti ya tengo un plan, no te dejaré con ellos no dejaré que te hagan más daño ni a ti ni a él- menciona acariciando mo vientre- volveré, se fuerte los llevare lejos de aquí ¿ de acuerdo?.
- Cuídate Chia no dejes que él te vea, no quiero que te lastime también, te quiero- dije despidiéndome de ella.
- También los quiero- dijo refiriéndose a mi y al bebé- volveré lo prometo- se despide y sale de la habitación.
Durante el día muchos médicos me visitan, vino una psicóloga pero no quise hablar nada no hable con nadie, al llegar la tarde Selene se apareció, mi cuerpo temblaba ante el miedo de que pudiera hacerme daño.
- Vaya! despertaste, ni para morirte sirves- menciona ella sonriendo- ya sabes que tendrás un bastardo, bueno no lo tendrás jaja- mi pulso se acelera ante lo que dice- mira tu cara, temes por ese bebé, quien diría que al final la zorra fuiste tú, te haremos un favor Gianna al impedir que ese niño venga al mundo, estoy segura que ni su padre de sangre lo querría- su sonrisa es malévola, como es que esta mujer fue mi amiga, no dejaré que le hagan daño a mi bebé, no hago ningún movimiento, no le respondo, pero estoy alerta ante lo que quiera hacerme, se acerca a mi rostro- volveré mañana con Pietro, te llevaremos a desasernos de eso- susurra señalando mi vientre, las lágrimas quieren salir de mis ojos, pero no volveré a llorar frente a ella ya no, ella sale de la habitación y por fin puedo respiras tranquila, Chiara por favor no tarde- dije para mi.
La noche llega, veo la hora en el reloj de pared que se encuentra en la habitación, poco a poco me voy quedando dormida.
Escucho que me llaman, abro mis ojos poco a poco- Gia- escucho un susurro- estoy aqui- abro mis ojos bien y ahí esta Chia, me sonríe y yo le sonrió tambien- vengo a llevarte conmigo, te traje ropa te ayudo a levantar ven- ella me ayuda a bajarme de la camilla aun me siento algo débil, me ayuda a quitar la bata y cuando ve mi cuerpo, levanta su vista hasta mi rostro- ¿Sabes que dijo él?- niego- dijo que estabas perdiendo la razón que tu misma te hacías daño, para ellos una prueba es este incidente, ellos dice que quisiste suicidarte aún sabiendo que estabas embarazada- niego repetidamente.
- No, no, Chia yo no sabía que estaba embarazada- ella toma mi cara entre sus manos.
- Tranquila Gia te creó, vamos tenemos que salir rápido de aqui- asiento, termino de cambiarme, veo que trae una silla de rueda- siéntate no puedes hacer mucho esfuerzo, así será más rápido, tengo un amigo esperándome afuera, lograremos salir Gia, el hospital no tiene mucha seguridad, el idiota nisiquiera te llevó a un buen hospital, gracias a Dios que si te ayudaron ¿lista?- respiro hondo y asiento.
Salimos de la habitación, es de madrugada al ser así, no hay muchos médicos por los pasillos, y Chia esta vestida de enfermera, logramos salir del hospital un auto nos espera, ella me ayuda a subir, y luego sube ella, en la entrada hay un guardia, mi cuerpo tiembla ante el miedo de que nos descubran- Tranquila nos encargamos de eso- dijo Chiara, pasamos junto a él, y solo asiente y logramos salir de las instalaciones, habiendo avanzado un poco comienzo a llorar, lloro de felicidad seré libre de ellos, después de mucho tiempo, solo espero que no me encuentren, Chia que va junto a mi me abraza y consuela- Tranquila ya pasó no dejaré que te vuelvan a lastimar, te an robado tu brillo mi Gia, quiero verte sonreír de felicidad de nuevo y lo lograrás estoy segura de eso- ella sigue abrazándome- trata de dormir un poco el camino será largo saldremos de la ciudad, descansa un poco- me recuesta sobre su hombro y poco a poco quedo dormida.
- Llegamos Gia- dijo Chiara, yo abro mis ojos, no se donde estamos, no se a donde me habrá traído, pero espero que aquí no me encuentren, entramos a la casa, su amigo nos abre la puerta, y ella me ayuda a caminar- ven vamos a la habitación debes descansar mejor- me guía a una habitación, me acuesto en la cama, siento que puedo respirar con tranquilidad, ella toma asiento al borde de la cama y acaricia mi cabello- duerme descansa mejor, tu bebé necesita que estés fuerte, cuando despierte te tendré comida recién hecha.
- Gracias Chia, gracias por haberme ayudado, gracias te quiero- dije tomando su mano.
- No iba a dejarte Gia, eres como mi hermana, no iba a abandonarte, descansa te quiero- dijo y yo cerré mis ojos y dormí.
- No, no ya no me golpees por favor ya no- suplico
-Cállate si sigues rogando, no pararé eres una basura, no sirves para nada, ni como mujer me satisfaces- jala mi cabello y me da una bofetada que me tira al suelo, siento sangre bajar por mi mandíbula me a reventado el labio de nuevo, me duele, me duele....
-NO....- me despierto sobresaltada.
- Gianna, tranquila solo fue una pesadilla respira, tranquilízate respira- mi respiración es agitada, trato de respirar más suave mi respiración poco a poco se vuelve normal.
- Estoy lejos de ellos, pero me persiguen en sueños Chiara- mis lágrimas comienza a salir de mis ojos- ya... ya no quiero llorar más Chia ya e llo... llorado suficiente- dije.
- Gia nos iremos del país, allá buscaremos ayuda, esperaremos unos días a que recuperes fuerzas y luego tomaremos un vuelo, esto quedará en el pasado, yo estaré contigo no te dejaré sola ¿entiendes?- asiento.
- Si, estoy de acuerdo, no podría vivir tranquila en Italia Chia, pensando que me puede encontrar en cualquier momento- menciono.
Los días fueron pasando, le conté a Chia todo lo que había vivido con Pietro, como el poco a poco fue cambiando, como los descubrí a él y a Selene, ella me pidió perdón por no estar conmigo, por no haberse dado cuenta lo que pasaba, le dije que era mi culpa yo permití eso, amaba a Pietro estaba segura que era amor, pero el mato lo que sentía por él, con cada golpe que me daba con cada palabra hiriente, ella me contó que pase tres días en el hospital, que después de mi llamada ella viajo hasta aquí por mi, y que Pietro no le permitió verme, pero que una enfermera le habló sobre mi estado fue desde ahí que planeó, sacarme de ese hospital y llevarme lejos.
Pasaron dos semanas, mi vientre ya se ve abultado, parece que espero que saliéramos de aquella casa para hacerse notar, el día de hoy tomaremos el vuelo que me llevará lejos de aquí, para comenzar de nuevo para encontrarme a mi de nuevo- me voy ya no sintiendo nada más que odio por ti Pietro, la persona que ame ya no existe, tienes su rostro pero en el interior ya no es más que un monstruo, que solo me daño- dije en mi mente....