"Es posible, pero ahora no importa. Se pasaron de la raya, y es hora de que todos sean hermanos", gruñó Saxon, mirando fijamente a Steve. "Listo, vámonos. Informaré al Besomar por el camino", asintió Steve y le dio un golpecito a Teddy en el hombro al pasar junto a él camino a la puerta. "Nos encargamos, hermano. Cuida de tu mujer". —Mitch, quédate con Teddy por si acaso es una distracción. No vamos a correr más riesgos con nuestras mujeres —gruñó Beau. Individualmente, Beau y Saxon eran unos cabrones temibles, pero juntos, Teddy se alegraba de no haber sido objeto de esa ira. "Cierto", pareció considerar Ian. "Pensemos un momento. Esperarían que saliéramos corriendo a seguir al chico, dejando nuestras defensas menos fortificadas. Es decir, ¿qué ganarían enviando al chico a la tienda, s

