—Esto no es una comedia romántica, Teddy. No podemos simplemente descartar la última década como una comedia de errores, cartas perdidas y malentendidos. Estoy destrozada, Teddy. Hecha pedazos, tanto mental como emocionalmente. Así que te libero de cualquier promesa que nuestras familias hicieron hace tanto tiempo. Vive tu vida sin culpa, sabiendo que no te culpo en absoluto por lo que nos pasó —dijo con una sonrisa triste—. Éramos solo unos niños, Teddy. No fue como si tuviéramos un apasionado romance de adultos. Fue un amor platónico combinado con las expectativas familiares. Así que no te preocupes por mí; estaré bien.
—Sé lo que te pasó —dijo en voz baja—. Lamento mucho no haber estado ahí para protegerte. Encontré al hombre que te lastimó y me aseguré de que supiera por qué se estaba
