—¡Lo siento, creía que había sido Eros el que estaba conduciendo... Así que lamento que tengas que pasar por esta situación!— Muerde su labio inferior tragando saliva. Al ver la honestidad en los ojos de Erick al comentarle que había sido él la persona que estaba conduciendo. Eros no quería decir nada al respecto y tampoco hacía falta, él y su hermano solían comunicarse muy bien tan sólo con la mirada. Y bastaba ver a Erick para saber que ambos coincidían en qué Lola no tenía idea de quiénes eran, o del peso qué llevaba su apellido. Erick sonríe. —Si mí hermano se echó la culpa, fue sólo para protegerme, pero quién iba al volante era yo, realmente lo lamento.— Insiste. —Estaba distraído y me alegra qué no haya pasado a mayores, aunque sé que no hay palabras de disculpas que puedan lle

