Eros asiente en silencio dejando que ella hable y siga contando su historia, parece estar absolutamente obnubilado por su presencia y ahora que le estaba contando un poco de su vida, aquello se volvía cada vez más intenso minuto a minuto. — Aprendí el oficio de la panadería, que es el emprendimiento que ellos tenían, y luego fui teniendo la posibilidad de abrirme hacia lo que era la pastelería.— Continúa haciendo una mueca con su rostro. Recordar todos aquellos momentos no le traía malos recuerdos, sino que una grata melancolía, que de no ser por esa experiencia que había tenido cuando era tan pequeña no sería lo que es hoy. Eros sonríe levemente teniendo la vaga impresión de a lo que se quiere referir, y es por eso que se da el tupé de responder. —Tenias una vaga idea en tu cabeza de l

