Cuando terminaban un lado, empezaban con otro lado por los estrechos caminos que poseía el invernadero. Se reían y ella disfrutaba con el trabajo y las plantas, las cuales había todo tipo. Ella le contaba cómo a su madre le encantaban los geranios de colores y las gitanillas, que eran una variedad de geranios más pequeña. Y le habló de la fama de los patios cordobeses. Y que se exponían en la primavera y la gente iba a verlos desde todos los sitios. Era maravilloso. Ya estaban terminando todos los arriates, cuando ella le dijo: —En cuanto me funcione el móvil, te lo enseño por internet. Ya verás. O lo miramos por el tuyo —Mike sacó su móvil y puso en internet: “patios cordobeses”. Al ver las fotos, el joven se quedó maravillado, eran casas forradas de lindas plantas, algo que le llamo muc

