Ella se hizo un café para mantenerse despierta, el desvelo le está sacando factura y empezó el repaso a su último libro. Eran las cinco de la mañana cuando terminó. Lo dejó todo preparado para llevarlo a la editorial, está muerta de cansancio, cayó como plomo en la cama. Puso la alarma a las once de la mañana y cuando volviera de la editorial dormiría hasta la tarde. A las doce del mediodía del lunes, ya está en la editorial puntual como ella se lo ha propuesto. Ha tardado doce días en traducir el libro. Se dirigió al mismo lugar donde le dieron el libro y entregó su usb. Calcularon las páginas y le dieron tres libros más. Una trilogía. Tres idiomas, como el anterior. Tenía doscientas páginas cada libro. Eso era el doble de páginas que el anterior, así que si calculaba un mes entre todos

