Lo Pagarás Por Siempre

1186 Words
El sentimiento llamado amor, es una sensación difícil de explicar y aún más de comprender. Las cosas que somos capaces de hacer en su nombre, pueden estar fuera de la imaginación de muchos, y en dados caso, las acciones ejecutadas representan todo lo contrario a lo que la mayoría entiende por Amor. Dicen que si es lo suficientemente fuerte, puede trascender la distancia, incluso el tiempo, ¿y si en realidad va más allá?, pues debo decir con toda certeza que sus alcances están fuera de nuestro entendimiento. Mi experiencia me ha demostrado que puedes querer estar con una persona incluso después de muchas vidas. En mi juventud me enamore perdidamente de un hombre que me deslumbró con solo mirarme, su presencia era tan imponente que todo mi cuerpo vibraba por su efecto. Debo decir que no era deseado solo por mí, muchas se desvivían por pasar un rato a su lado y quien no, si parecía la encarnación de un dios griego en la tierra, alto fuerte, de rasgos cuadrados, con barba varonil. Sus ojos oscuros y profundos te invitaban a perderte en un mar de sensaciones. El caso es que yo no soy una persona normal, los demás siempre me rechazaban por ciertas aptitudes que tengo bien desarrolladas. Así que, infundía un poco de temor, en una época donde la falta de conocimiento era la reina suprema. Claro, en esta época seguiría causando miedo si llegaran a descubrir las cualidades que oculto sigilosamente. Aquel hombre fue una de las pocas personas que no me temía, y por ello nos hicimos cercanos, pude disfrutar de su compañía, tenerlo para mí, únicamente para mí, fui la envidia de muchas por un amplio intervalo de tiempo. Él no era indiferente conmigo correspondía a mis sentimientos y en el arte del placer era un maestro inigualable. Definitivamente el deseo ardiente, era el centro de nuestra conexión y le saque el mejor provecho. Ya que, no hay mejor manera de encantar a un hombre que haciéndolo feliz en la intimidad, que mejor forma de retenerlo a mi lado, que darle todo el placer que solo mi cuerpo podía brindarle. Él no lo sabía, pero cada vez que hacíamos el amor, me brindaba poder sobre su alma. Mi dominio sobre él crecía sin límite aparente, lo tenía justo como lo quería; solo mío. Todo marchaba tal y como deseaba, había asegurado nuestra unión por el resto de la eternidad, su necesidad de tenerme a su lado no podía contenerla, ya que en cada sesión erótica, garantizaba que su deseo por mí solo aumentara. No permití que nadie se le acercara, era solo mío, no le hacía falta nada más que yo, me complacía verlo loco por mí, mi objetivo se había consolidado y mi felicidad era inmensa. Hasta que un día ella apareció en nuestro camino, todo cambió inevitablemente, con su llegada el lazo que había entre nosotros se fue debilitando. El buscaba tenerla por todos los medios, sin que yo le importara, era como si mis esfuerzos anteriores se hubieran desvanecido en el aire, no lo podía creer si se supone que nuestra unión era inquebrantable. Desesperada por retenerlo acudí al único lugar donde sabia encontraría la solución a todos mis problemas, la antigua biblioteca. Muy pocas personas la visitaban, preferían darle la espalda al conocimiento, por eso, recuerde que en mi orden decían, “Si quieres esconder algo, déjalo a plena vista”. Es así como el libro de la eternidad permanecía resguardado dentro de aquel lugar. El contenido de aquel texto garantizaría que permaneciera a mi lado para siempre, no podría apartase de mí, así lo quisiera. Después de buscar muy bien encontré el encantamiento adecuado, solo necesitaría unir su sangre con la mía, parecía sencillo. Fue entonces, cuando al salir de la biblioteca los vi, él la miraba con jamás se atrevió a mirarme, sus ojos expresaban calma y pureza, ella simplemente lo veía como si su mundo iniciara y terminara con él. -¡NO VOY A PERMITIR QUE TE ALEJES DE MÍ!- grité enfurecida, al borde de perder por completo el control, mis ojos volvieron a su color real un rojo vivo. Por primera vez revele mi verdadera identidad como hechicera de la orden del fénix n***o, la rabia contenida en mi cuerpo elimino los efectos del encantamiento de camuflaje. -TU ERES MÍO, ME PERTENECES, NO TE APARTARAS DE MI LADO NUNCA- grité. Perdí el control por completo, la tierra comenzó a temblar, una tormenta azotó el lugar como manifestación de mi ira. El viento que respondía a mis órdenes los golpeaba con rudeza. El miedo en ambos era evidente. -¿Qué no entiendes que me perteneces? Yo te amo, tu alma es mía, nada debería ser más importante para ti que yo- Mi furia era cada vez mayor, en ese momento él se levantó, colocándose frente a ella, mirándome fijamente respondió. -No, no te pertenezco, ahora que veo cómo eres en realidad, me doy cuenta, que nada de lo que sentía por ti fue real, solo era producto de tus embrujos- -NUNCA PODRÍA AMARTE- gritó e hizo que mi ira se multiplicara. - ¿Entonces la eliges a ella?- Lágrimas de decepción caían de mis ojos. El odio se apodero de mí. En un movimiento audaz de mi parte logré levantarla de suelo y atraerla hasta mí, cuando la tuve enfrente la mire fijo a los ojos y le di un beso apasionado. Ambos quedaron fríos y desconcertados por mí proceder. - Ahora una parte de tu Alma está bajo mi poder- susurré con malicia en sus labios, para luego arrojarla al suelo con cólera. El acudió en su auxilio, su preocupación era evidente. Fue ahí cuando comprendí finalmente, no volvería a ser mío. Mi lado oscuro me dominó por completo. Con la ayuda del libro eterno, proclamé su sentencia: “Daubus animabus, animae duae. Vi flammarum nigros Phoenix aeterni non simul in” Fue como con esas palabras, que condene su amor para siempre, ya que así quieran, no podrá consolidarse mientras yo exista. -Aaay amor mío (suspiré), esto lo pagarás por siempre, tu alma pasara el resto de la eternidad intentando estar con ella- -Me aseguraré de que nunca lo logres, estaré cerca pero no lo sabrás- La burla, el enojo y la desilusión en mis palabras eran evidentes. ….. Gracias al Libro de la eternidad conseguí la juventud y vida eterna, claro tuve que pagar un precio muy alto, nada es gratis en las artes oscuras. He cumplido mi juramento, sus almas no han podido estar juntas ni ser felices, en ninguna de sus reencarnaciones. Debido al dominio que poseo sobre ellas puedo saber con exactitud, cuando, como y donde regresaran una vez más. Y como dije antes siempre estoy cerca atormentándolas, sin que lo sepan. Así que aquí estamos, un nuevo ciclo que esta por empezar y aunque están por reencontrarse, en esta vida tampoco estarán juntos, de eso me encargo yo.
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