Al llegar Mirta nos esperaba con una deliciosa, después de llevar las maletas a nuestras habitaciones cenamos los cuatro juntos. Al terminar dejamos a los tortolitos en la sala mientras subí con Natalia a su habitación. Sé que ya es un adolescente, pero para mí sigue siendo mi niña, mi mundo y mi todo. —Mami, ¿puedo hacerte una pregunta? —me dice Natalia al entrar a su habitación y ya sé lo que quiere escuchar. —Claro mi amor lo que quieras saber, trataré de responder agradándote mi respuesta —le contesto dando un suspiro sentándome a la orilla de la cama y ella va directo al clóset por su pijama. —¿Mami tú y el tío Enrique son novios? —me pregunta desde el clóset donde se está cambiando y se asoma por la puerta. —Ven acá y hablemos —le digo, llega y se sienta en la cama enrollando su

