Capítulo 21. Corte fino, oído fino

1872 Words

Mari Nada más cruzar el umbral del salón, supe que había entrado en otro mundo. Un universo donde el lujo no se gritaba, sino se susurraba en cada rincón: desde el aroma tenue a peonías y maderas nobles, hasta la música suave que flotaba como si no quisiera molestar. El suelo brillaba como recién pulido con diamantes. Las paredes eran tonos neutros y envolventes, el tipo de decoración que susurra “esto cuesta más de lo que crees”. Los espejos estaban iluminados con precisión calculada. No reflejaban solo rostros: reflejaban estatus. Una recepcionista impecable —moño tirante sin un solo pelo fuera de lugar, labios en tono nude mate y una tablet sostenida como si fuera una extensión de su brazo— me recibió con una sonrisa perfectamente coreografiada. —Bienvenida al salón A.V. ¿Tiene cita

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD