—Eris, ¿Quieres salir por un helado? —pregunta Patrick desde el otro lado de la línea. Ha pasado solo una semana desde que dormimos juntos, cada noche va al bar a pasar tiempo conmigo, defendiéndome de tipos ebrios y haciéndola de mi guardaespaldas, sinceramente me agrada ver el gesto que pone cuando está celoso. Cada día experimento sentimientos más intensos por él, pero ¿Estaré lista para decírselo? No hemos hecho más que tontear, tratar de contener estúpidamente nuestra atracción y negarnos besos el uno al otro con una amistad que se vuelve algo más, volviéndose difícil el ocultar lo que ambos deseamos. Lex me anima a cada segundo a que rompamos nuestra apuesta para no negarme a la felicidad que este hombre sexy me pueda dar. Me siento un poco asustada, un tanto angustiada, pero ta

