Dos.

1195 Words
Primero fuimos a comer al Burger, no había mucha gente así que eso en el fondo me aliviada hacía tiempo que no salía y que no me juntaba con gente. Al menos así podía ir preparándome poco a poco. Notaba como la gente no se fijaba en mí, todo el mundo era diferente. Desde el padre soltero con hijos hasta el típico de videojuegos comiendo solo. Bueno, vámonos que te tengo preparada una sorpresa. Espero que te guste porque yo estoy encantada.   +++ Samantha me llevó al centro comercial, yo habituaba a comprar normalmente en Primark ya que en cuanto a calidad precio me lo podía permitir. También me gustaban otros sitios como Zara, pero son más caros o a veces simplemente no podía costearlo. Aunque últimamente optaba por comprar por internet así no tenía que encontrarme con gente y a veces te sorprende la ropa que encuentras por internet ya que yo me hice fan de una página llamada Shein y a día de hoy pienso que es de las mejores.   Marta, lo primero que vamos a hacer es ir a Oysho, necesitas urgente un cambio de vestuario. - No entiendo, mi pijama es normal, no es elegante ni sexy, pero es un pijama. No llevaba adornos ni nada. - No me refiero al pijama, me refiero a tu ropa interior que parece de abuela y también parece que no la has cambiado en años, no sé cómo te puedes poner esas cosas. Ni como piensas atraer a un hombre con eso si pierde que sea varonil solo con verte en paños menores. Me puse roja, la gente se puso a mirarme y me sentí avergonzada y noté como me ruborizaba. No…no es verdad. No me salían las palabras. -Menos mal que no, es que ni la abuela vestiría así, no sé cómo puedes ir así. Tu antes vestías con tus conjuntos de lencería rojos de encaje monísimos y ahora mira. No quise hacerle más la contra. No quería ver cómo la gente seguía mirándonos y disfrutaban con el espectáculo. *** Entramos a Oysho y la dependienta era muy amable, mi hermana Samantha le contó que necesitaba ropa sexy para atraer a los hombres, ropa con la que se les quite el hipo.  La chica enseguida empezó a sacarme conjuntos sin decirle yo si me gustaban o si me parecían cómodos o muy atrevidos.  Me decidí por dos o tres conjuntos de encaje de las novedades tipo bralette y push-up ya que tenía mucho pecho y así se veía más bonito, por supuesto casi todos eran granate como a mí me gustaba y uno n***o por si acaso. Elegí dos camisones de transparencias, me parecían elegantes y muy sexys, tenía ganas de verme bien, era joven, si no lo hacía ahora cuando lo iba a hacer.    Mi hermana también se compró algún conjunto se puso a decir lo contento que se pondría Erik cuando la viera. Me sonrojé y le dije que esas cosas no me las contará y ella decía que era lo más normal del mundo.    Después fuimos a Zara, me compré un suéter ajustado rojo de cuello alto, una americana negra y una chaqueta motera roja y otra negra. También me compré unos botines negros preciosos. No solía llevar joyas, no me gustaban mucho. Siempre soñé con llevar una alianza, pero ese sueño estaba más lejos que nunca. Y eso tampoco lo sabía nadie   Mi hermana aprovechó para llevarme a un montón de tiendas que yo no conocía ni que existían. Que tampoco me atraían mucho ya que la gente que las frecuentaba era gente de bien y parece que te miran mal. Como si les debiera algo. +++   Lleguemos a casa y la verdad es que estaba un poco cansada. Me hubiese encantado poder echarme en el sofá, pero mi hermana no me dejo por si acaso no me levantaba después. Me mandó ducharme y me eligió la ropa. Me duché y me sentí aliviada, hacía mucho tiempo que no me sentía así. Me sequé el pelo y me dispuse a ponerme la ropa que me había elegido mi hermana. Me di una base de maquillaje y esperé a mi hermana en el sofá a que ella terminará   Dimos unas vueltas por Madrid con unas amigas suyas y tomemos unas tapas. Estaba tan exhausta que no comí casi nada, pero estaba todo buenísimo. No me acorde ni del nombre de los sitios en los que estuvimos.   Sus amigabas se llamaban Sonia y Tania había faltado una que tenía novio o eso entendí yo.   Sonia era morena, extrovertida y divertida, bajita, pero con buenas formas mientras que Tania era más como yo, tenía novio era castaña con el pelo ondulado, tímida al principio, pero muy simpática y graciosa. Todas estaban al tanto de mi historia con Arturo ya que me preguntaron por muchas cosas, pero no me preguntaron si tenía novio, cuando fue mi última relación o cosas de ese estilo. En el fondo se lo agradecí a mi hermana y a ellas también.   -Yo me pensaba que serias más alocada que Samantha, pero parece que fueses tú la hermana mayor. Tienes la cabeza muy centrada y muy claras tus ideas.  -La verdad es que me lo dicen mucho, a veces me gustaría poder ser como Samantha, no tener que tenerlo todo bajo control. Aunque bueno estos días no están bajo mi control, con Samantha no puedes tener nada bajo control, lo mismo te dice arriba que te dice abajo.   -Y mañana que tienes pensado hacer? -Mañana Marta va a ayudarnos con el trabajo en el confesionario Audi ya que no disponíamos de trabajadores suficientes y así yo puedo hacer otros trabajos de administración. - ¿Bueno, entonces trabajaras a gusto No? -Por?  -Nada, déjalo Sonia esta ya cansada y no sabe que dice. Como no va a estar a gusto si trabajará sola limpiando unos coches que son para una exposición.  Recuérdame que te lo explique antes de llevarte. *** Más tarde volvimos a casa, Erik ya estaba acostado. No me había dado tiempo ni a saludar a mi cuñado con la agenda que me tenía preparada mi hermana. Samantha me dio instrucciones para ducharme y estar preparada a las 9.00am, desayunaríamos abajo y ya me explicaría cómo funcionan las máquinas de limpieza. Puesto que era la primera vez que hacía algo así. Tampoco podía ser tan difícil me dije para mí misma. Recuérdame que te pida cita para la peluquería porque menudos pelos llevas. Vergüenza me das que atiendas a estos clientes con esos pelos, como te presento como mi hermana así. No creo que eso importe mucho, importa el aspecto de esos coches, el mío no va a ser sometido a valoración. Aunque si es verdad, que llevaba sin ir a una peluquería al menos un año y lo último que me hice fueron unas mechas y parecía que llevaba unas californianas multicolor en un pelo super encrespado. Samantha se cansó, y solo me soltó que a veces no tenía remedio y que acostase porque mañana sería un día duro.   Esa noche dormí muy bien. No pensé en nada. Simplemente descanse. Caí a la cama rendida.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD