Paumen llamó a toda hora a Fabiana. le mandó muchos mensajes de texto, emojis, incluso puso selfies de él, sonriente, mostrando sus enormes brazos y su pecho amplio como un tractor. Fabi no sabía qué hacer. Le gustaba mucho su virilidad, pensaba, incluso, en verlo desnudo. -Debe ser un adonis-, le comentó a Paola en la piscina, en un descanso de los ejercicios de tai chi. Paola bajó sus lentes oscuros hasta la punta de su naricita. -Podría que lo tenga muy chiquito-, bromeó. -Con tremendo cuerpo, es imposible-, suspiró Fabiana y a Paola le dio risa. -Cuidadito en lo que piensas, Fabi-, protestó, pero Fabiana se defendió. -Tú empezaste, no te hagas la zonza-, le dijo y le tiró el agua del vaso que bebía en medio de sus carcajadas. Paumen no se rendía. Aunque él ensayaba en el escenario

