Pov Noah Cuando abandone su habitación, me tomo varios minutos poder salir de aquel apartamento, pude escuchar su llanto a través de la puerta, por mucho que deseara que nada de esto le hubiera pasado, no podría borrarlo, debía exponer a aquellos imbéciles. No solo por buscar justicia para Zoé, tenia una hermana y sentía un profundo temor que esto le pasara, hoy fallaron, pero mañana cualquier mujer en el pueblo podría correr peligro, una vez en casa llame a Jaime. El conchudo costeño, termino echado como siempre en mi cama. -Asique… ¿Quién era la hembrita?- sus palabras me sonrojaron mientras preparaba un café para tomar. -No la llames así, tiene nombre es Zoé- lo corregí sin fuerza, sabía que, aunque supiera su nombre le pondría algún apodo o diminutivo. -Claro…pancreacia, ¿Y como

