POV Zoé Su amigo se veía simpático, pero no estaba lista para las preguntas que me haría la gente sobre mi actual situación, ni siquiera deseaba socializar, solo contar como nos conocimos ya seria incomodo, tendría que explicar y enfrentar lo que me paso. Esa era la peor parte, tener que decirlo en voz alta, verme forzada a enfrentar mis demonios. Eso hacía que me sintiera triste y culpable, se me cerraba la garganta y era algo difícil poder respirar, no podía pensar en claridad, mi piel tenía aquel picor incesante, trataba de respirar profundo y contar hasta diez, no podía permitirme el lujo de entrar en un ataque de pánico. Me estaba escondía en la habitación de Noah. No quería enfrentar la realidad y hacer algo, lo correcto sería ir al psicólogo, hacer la denuncia ante las autorid

