Por fin llegan a la mansión de Dorian, Raquel recuerda que el dijo que espera que se fije que el tiene algo para ella.
El ritmo cardiaco de Raquel se activa suspirando en sus adentros tratando de controlar sus hormonas e instintos.
Dorian abre la puerta de la limosina rápidamente y abre la otra puerta del lado de Raquel y le ayuda, entran a la mansión Raquel se sienta en el sillón, Dorian dirige sus ojos en el aro de la puerta de lujo Raquel lo mira y piensa.
«Que tanto ve sus ojos en la puerta voy a ver» se dice a sí misma.
Sus ojos se dirigen al aro de la puerta y mira un cartel que dice Bienvenida a la mansión me alegra que estés aquí, aparte de eso ella ve globos rosados y azules que colgaban de la puerta y ella no se había dado cuenta hasta que vio la mirada de Dorian
