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2117 Words
- ¿Ya viste esta noticia? - Negué.  Me acerqué al lado de la cama en donde se encontraba Rebeca acostada en una posición boca arriba viendo un video en su celular.  - ¿Qué noticia? - Pregunté una vez que me encontraba lo suficiente cerca para poder ver lo que ella estaba viendo.  - ¡Esta! - Alzó su voz más de lo normal - Los tu sabes - Me volteo a ver  y susurró la siguiente palabra - Lobos - Volvió la mirada al video - Van a finalizar un tratado con el gobierno.  - ¿Y qué es lo que quieren tratar? - Agarré su mano en donde tenía el celular para ponerlo en medio de nosotros y poder tener una mejor idea sobre de que se trataba.  "Nos encontramos afuera de la embajada esperando la respuesta ante la petición del jefe de todas y cada una de las manadas del país" La reportera volteo en el momento que el presidente y el jefe de la manada salieron del edificio de la embajada, para después acercarse corriendo a una valla que separaba a los reporteros de estos dos personajes "¡Señor presidente le tenemos unas preguntas!" Así como ella, todos los otros reporteros que se encontraban ahí empezaron a gritar acerca de preguntas que les querían hacer en esos momentos. El presidente alzó la mano en señal de silencio, a lo que en ese momento todos lo tuvieron que acatar. "Todos los que pertenezcan a la nación, serán considerados seres vivos dignos de contar con todos y cada uno de los derechos que la constitución rige; por lo que desde el día de hoy y con toda la tranquilidad y paz del mundo, los humanos y los lobos convivirán pacíficamente por todo el país" Un silencio sepulcral estuvo presente en el momento que el presidente habló "Tanto ellos como nosotros, tenemos el derecho de una vida digna y sin discriminación alguna, por lo que le pido a la sociedad darles el mejor de los recibimientos. Gracias." Después del gracias por parte del presidente, todos los reporteros empezaron a gritar por atención, por lo que Rebeca decidió apagar su celular y voltearme a ver.  - No entiendo por qué lo hacen si ya muchos de ellos conviven con nosotros desde hace tiempo - Se encogió de hombros - Aparte, mi madre tiene una familia lejana que son lobos, por lo que yo no le veo mal alguno.  - Lo hicieron para que la gente entienda que coexistir con ellos no es algo malo cómo muchos piensan - Cerré los ojos por un momento - Pero igual, nadie podría saber si son lobos o no, en aspecto son iguales a nosotros.  - Eso si - Escuché un suspiro por parte de Beca - Imagínate tener un novio lobo - Abrí los ojos en el momento que ella se dio la vuelta 90 grados para poder poner su brazo y así acostarse de lado - ¿Crees que alguno de nuestros amigos lo sea?  - No creo Beca, son demasiado tontos para serlo - Nos reímos juntas y asintió - Pero cambiando de tema, ¿Para que Universidad aplicarás? - Ni me hables de eso Melissa, que no tengo ni la menor idea, ¿tu a qué Universidad piensas irte? - Estoy pensando en dos para ya poder empezar con mis ensayos y mandarlos - Le sonreí - Puede ser la de Toronto o la de Notre Dame.  - ¿Toronto? Eso está lejísimos, me vas a dejar sola - Me golpeó el hombro y reí - No te rías mensa. - Pues si me veo  esa, ven tu también, puedes ir a la misma o a la de Columbia - Ella negó.  - Hace mucho frío, no me gusta el frío - Dejó de hablar por un momento, para después pararse de su cama - Anda, la comida ya ha de estar lista y los invitados ya han de haber llegado.  Yo asentí y tomé una de sus almohadas para lanzársela, lo cual me fulminó con la mirada para después reírse y lanzarla a la cama de regreso.  Me paré de la cama y me vi por un segundo en el gigante espejo que tiene en su cuarto. Mi cabello se encontraba un poco desordenado, así como mi vestido veraniego de color verde bohemio. Agarré el cepillo que se encontraba en su cómoda y  me lo pasé por el cabello unas cuantas veces.  - ¡Ya bajen niñas, la comida ya está lista! - Voltee a ver a mi amiga la cual se encontraba poniéndose su labial favorito.  - ¡Ya vamos ma! - Dejó el labial en su bolsa de maquillaje y me miró - ¿Lista? - Asentí - Tú tranquila, es una reunión como familiar y de amigos de mi madre, veré a familiares que no veo desde hace años ¡que emoción!  Abrimos la puerta de su habitación, para después bajar las escaleras hacia la planta baja de la casa. Al ver a mi alrededor pude notar que todo estaba arreglado para parecer un "Brunch". Por lo que todo se veía hermoso.  Dejé de mirar todos los arreglos por un momento, cuando la mamá de Beca me dio un pequeño y efusivo  beso en la mejilla en forma de saludo.  - ¡Que hermosa te ves Meli! - Yo me sonrojé y le contesté con un leve "Muchas gracias". - Pero pasen al jardín, ya está toda la comida servida para su deleite.  - Muchas gracias Dania, ahora iremos - Le sonreí y ella me sonrió de regreso, para después desaparecer en la cocina.  Beca me tomó de la mano para salir juntas al jardín. Lo primero que pude observar fue a demasiada gente reunida en pequeños grupos con forma de círculos, mientras comían y conversaban. Voltee mi mirada a la derecha y vi a Anthony vestido de una manera elegante y playera acercándose a nosotros.  - ¿Se te perdió la playa Anthony? - Mi amiga abrazó a su primo riendo - Que guapo eh, te esmeraste. - Opino lo mismo de ti troll - Beca rodó los ojos - Pero mira que bella está la pequeña Melissa - Le sonreí - Ese color te queda hermoso.  - Gracias Anthony, opino lo mismo.  - ¿Qué el color me queda hermoso? - Anthony hizo un raro movimiento con sus manos y yo negué riendo.  - Menso - Voltee a mi izquierda y visualicé a mi madre y padre hablando con uno de los tíos de Beca, por lo que me acerqué a ellos, dejando a Beca y Anthony, los cuales empezaron a cuchichear sobre sus primos y primas - Hola mamá.  Mi madre al verme me abrazó y me dio un pequeño beso en la coronilla.  - Hola mi amor, que hermosa te ves - Le sonreí y mi papá asintió - Jer, te presentó a nuestra hija Melissa, Melissa, él es Jer, uno de los tío de Rebeca.  - Hola, mucho gusto - Le di la manó, a lo que él la apretó y me sonrió - No había tenido el placer de conocerlo. - El gusto el mío, Dania y Rebeca hablan mucho de ti - Tomó un sorbo de su cidra - Y no, lamentablemente no habíamos tenido el placer, vivimos un tanto alejados de aquí, pero mi hijo quedo aceptado a la Universidad de Notre Dame y venimos a dejarlo.  - ¡Que maravilla! Mi hija también quiere entrar a esa Universidad - Asentí.  - Pues por lo que me cuentan tus padres, vas a ser aceptada si o si - Mi padre sonrió orgulloso y asintió - Te presentaría  mi hijo, pero él y su madre están dejando sus últimas cosas en su nueva  casa, por lo que espero que pronto llegue para presentártelo.  - Lo esperaré gustosa - Contesté al no saber que más decir - Pero bueno, los dejo hablar, con permiso. Con una última sonrisa por parte mía, me di la vuelta para poder buscar a Rebeca o a Anthony.  - ¿A quién buscas? - Me asusté al escuchar la voz de Anthony a mis espaldas - Hey, pero sin asustarse.  - Idiota - Volteo a verlo y lo abracé - Todo se ve hermoso.  - Concuerdo contigo pequeña, mi tía se lució con este brunch, comida y cena - Me reí - Ya sabes como somos, buscamos hacer todo a lo grande.  - Si que onda, me encanta eso - Me separé de él - Vamos con Rebeca - Anthony asintió y empezamos a caminar a donde se encontraba la susodicha.  Dominic P.O.V - No vayas a matarnos Dominic, ¡vas manejando muy rápido niño! - Voltee a ver por unos segundos a mi madre en el siento del copiloto y reí.  - No lo haré madre y lo sabes - Escuché un bufido por parte suya y reí aún más - Eres una dramática. Es solo que ya quiero llegar al dichoso brunch.  - Recuerda que te vas a comportar bien Dominic, nada de peleas o niñerías - Asentí rodando los ojos -¡No hagas eso manejando! Decidí poner música para no escuchar los reproches de mi madre durante los minutos antes de llegar a la casa de mi familiar. A lo que no duró demasiado ya que mi madre apagó el monitor.  - ¿Por qué tienes tantas ganas de llegar a la casa de tu tía Dominic?  Mi mente divagó al día en el que volví a verla en la fiesta. Era la primera vez que me presentaba con ella en una forma más seria, fuera o no en una fiesta.  - ¿Por qué sonreíste? ¿Qué no me quieres decir niño? - Di vuelta en una esquina y reí - Cachorro  mal portado, dime qué está pasando.  - Mujer chismosa - Escuché un sonido de indignación pro parte suya - Ya no soy un cachorro madre y lo sabes.  - Siempre lo serás para mi - Su voz se endulzó al decirme eso y yo le sonreí.  - Eso ya lo sé madre. Al ver un espacio vacío entre dos coches, procedí a estacionar la camioneta. Al ya maniobrar y dejar todo en orden, subí todas las ventanas y la apagué.  Antes de que mi madre se bajara agarré su mano en forma de detenerla.  - Aquí, en esta casa, se encuentra mi mate madre - Su rostro de sorpresa cambió a uno de amor - Por eso tenía tanta prisa por llegar.  - Me hubieras dicho eso para poder llegar como dos horas antes hijo - Me agarró la mano y le dio un pequeño apretón - ¿Es la niña de la que me hablaste hace años? - Yo asentí.  - Ahora ya no es una niña - Reí y me relamí los labios - Me la encontré en la fiesta a la que asistí el fin pasado y pude visualizar a mi prima estando con ella.  - ¡Es amiga de la pequeña Beca! - Yo asentí - Pues ya mi amor, bajemos, ya quiero conocerla.  Nos bajamos de la camioneta y nos dirigimos a la entrada de la casa. Antes de que nos abrieran voltee a ver a mi madre.  - Ella no sabe muy bien quien soy, por lo que no puedes decir nada, si se llega a acercar, salúdala como si fuera lo más natural del mundo - Mi madre suspiró un tanto en negación, pero asintió segundos después.  La puerta de madera se abrió de par en par mostrándonos a mi tía con un vestido rosado con blanco y con una gran sonrisa en sus labios. - ¡Bienvenidos familia!  - Hola Dania - Mi madre la abrazó - ¿Cómo estás hermana?  - Ahora que casi todos estamos juntos, me encuentro más que encantada - Me volteo a ver a mí y me sonrió - Pero que guapo se puso tu hijo - Le sonreí. - Muchas gracias tía, que bella se ve usted hoy - Me hizo un ademán como restando importancia a su aspecto.  - Muchas gracias hijo, pero pues hacemos lo que podemos ya a nuestra edad - Me abrazó - Pero pasen al jardín, tenemos comida suficiente para darle a un ejército. Mi madre se ve mucho más joven que mi tía aunque es totalmente lo contrario. Mi tía es mucho más joven que mi madre ya que mi abuelo se divorció de mi abuela y se casó con alguien más joven, lo que sería la madre de mi tía Dania. - Pasa al jardín hijo, yo iré a ayudar a tu tía.  Asentí y después de darles una pequeña reverencia de despedida, procedí a caminar hacia la parte de atrás de la casa. Al llegar, respiré hondo y cerré mis ojos extasiado. Mi pareja estaba aquí. - ¡Dominic, hijo! - Salí de mi trance al escuchar el grito de mi padre.  Antes de ver donde provenía el grito de él, noté como un pequeño cuerpo a un par de metros míos dio una vuelta para poder observar a quien le gritaron.  Mis ojos chocaron con los suyos y le sonreí sin mostrar los dientes. Caminé lentamente a donde se encontraba ella pasmada en el mismo sitio, y al tenerla ya a unos cuantos centímetros lejos de mí hablé: - Que hermosa te ves hoy pequeña princesa. 
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