(4) -Justamente en el camerino-

2931 Words
(4) -Justamente en el camerino- El fin de semana se fue volando como un soplo de aire de verano. Sabíamos que teníamos que regresar a nuestras rutinas, pero tenía que entender que no estaba aquí por Will, sino por mi futuro. Pero ya que Will pinto mi colchón, yo tuve que dormir en la misma cama que él,  así que es difícil saber cuáles son mis ideales ahora.  Al despertarme el lunes por la mañana, él ya no estaba recostado conmigo en la cama. De inmediato supuse que él estaba ya en la escuela. Así que deprisa, me levanto de la cama para vestirme con un lindo vestido n***o que mi madre me compro en acción de gracias. Mientras me miró en el espejo, puedo ver la esencia de mi madre tan alocada en el vestido, sin duda me siento un poco vulnerable al recordar lo desastrosa que era, pero intentó no seguir sintiendo más emociones sobre mi pasado. Después arregló mis cosas en un portafolio, para luego tomarme la pastilla del día siguiente. No tengo tiempo para desayunar, así que intento ignorar el dolor de mi estómago. Después salgo del departamento con algunos planos sostenidos por mi boca, mientras la casera se despide de mí con una gran sonrisa. * Al llegar a la universidad, de inmediato me encuentro con Maddie, quién también está cargando demasiados planos, ya que ella hará parte de la escenografía de una obra de teatro. Maddie con rapidez se ha vuelto en la persona que más confió, así que no dudo en contarle sobre Will y el sexo. Ella de inmediato se sorprende, porque nunca pensó que Will estuviera interesado en hacer ese tipo de tratos, pero ella como toda una buena amiga, me dice lo que piensa con honestidad. -Esa apuesta es estúpida.-Escupe sin más, mientras caminamos por los pasillos de la universidad. -¿Estúpida?-Pregunté mientras intento no pisar el césped que están cortando.-Es lo mejor que me han propuesto en mi vida,  ¿por qué debe de ser estúpido?-Pero desgraciadamente, cada vez que hablaba de esto, sonaba cada vez más estúpido. -Alguno de los dos se enamorara.-Me comentó con sinceridad mientras sé que tienen toda la razón, pero mi ego es grande, no quiero parecer ser débil ante nadie, ni siquiera con mi mejor amiga. -Y aún qué pase, nunca se lo diría.-Escupí tomándolo como una posibilidad.- ¿Sabes? He pensado mucho en eso, pero no tengo planeado decirle nada si me llego a enamorar.-Predico sin más, mientras intento parecer fría incluso con mis sentimientos. Quizás guardar el amor que le tienes a alguien, no es nada convencional pero eso funciona para mí en este momento. -Te harás daño a ti misma.-Me comenta mientras subimos las escaleras de nuestro edificio. -Prefiero comprimir mis sentimientos, no estoy dispuesta a salir herida por  un hombre.-Mi lado feminista sale abordo, así que no dudo en verme molesta al hablar sobre esto. -¿Hay algo que quieras contarme?-Me pregunta la rubia  mientras alza una ceja, poniéndose enfrente mío, impidiéndome el paso. Yo misma suspiro al ver que esto es un tipo de intervención, y odio las intervenciones. -No.-Miento indecisa, mientras que ella sabe muy bien que estoy mintiendo. -¡Dímelo!- Toce mientras cruza sus brazos, luciendo bastante enojada. Yo solo trago saliva mientras intento seguir caminando, pero ella me detiene.-¡Dímelo! Sabes que puedes confiar en mí.-En realidad Maddie y yo nos conocemos poco, como para que yo le diga todos mis secretos, pero Maddie me da la gran sensación de que ella es realmente confiable. En Nueva York es difícil confiar en la gente, hay demasiadas personas en aquélla ciudad tan colorida y llena de modernidad, pero también está llena de gente que podría hacerte mucho daño si no tienes cuidado.   -Bien.-Ruedo los ojos mientras suspiro desmotivada. Las dos nos sentamos en medio de las escaleras, mientras parecemos dos colegialas chismeando en la escuela. -Dilo.-Ella trata de animarme, o más bien presionarme, así que suspiro profundamente para luego trata de explicar todo lo que vengo cargando detrás. -Mi padre siempre golpeaba a mi madre, todo el tiempo.-Le confieso con los ojos cerrados.-Mi madre era una enamoradiza empedernida, ella lo amaba a morir. Supongo que ella quería morir con los golpes que le propinaba mi padre Ella aguanto muchos golpes como si se los mereciera, eso fue bastante traumático para mí. Desde ese entonces prometí que si algún día me llego  a enamorar, no lo diré y no lo daré a conocer a nadie, ya que no quiero que lo usen para lastimare.-De inmediato me toma de la mano con algo de lastima, eso era lo único que quería evitar, esa mirada de compasión. -Todos los hombres no son iguales.-Trata de explicarme mientras abre bien sus ojos. Lo único que puedo hacer es mofar, ya que no creo ella pueda entender esto. Supongo que ella ha vivido siempre en una vida perfecta, creyendo en la paz mundial y hasta en el matrimonio.  -No lo son.-Trato de darle la razón, pero después trato de corregir.-Pero a veces ellos hacen que el corazón duela.-Pongo una mano en mi corazón herido.- Y eso no me gusta.-Sonrió algo triste, mientras luzco como una especie de Joker. Expresando bastantes sentimientos en solo algunos segundos.-Es por eso que vine a Londres.-Ahora trato de explicar el porqué de mi gran cambio.-Mi madre amo mucho a mi padre y aún lo sigue amando, es por eso que comete muchos errores. Ella es irresponsable, puesto que el amor la ciega, yo no quiero ser así.-Trato de alzar mis manos del fuego, excluyéndome de las personas que están ciegas de amor. -No todos son iguales.-Maddie me repite una vez más, tratando de convencerme.-Espero que algún día te enamores y veas que el amor no es tan doloroso como lo crees.-Veo sus ojos azules mientras veo que tiene muchas ilusiones y propósitos. Es como ver a una candidata de miss universo. -Bueno dejemos el amor aún lado.-Trato de persuadirla de esta platica tan cursi.-Tenemos muchas cosas que hacer.-Me levantó del suelo frío tomándola del brazo para levantarla, para luego correr en dirección a nuestro salón. Pero lo extraño de esta situación, fue que mientras subíamos por las escaleras, chocamos contra Will, quién traía puesto una camiseta de a cuadros enredada en su cintura, luciendo una camiseta sin mangas negra, mientras lucia unos vaqueros negros rasgados. No puedo negar que él siempre luce como un modelo, su mirada es firme y su personalidad es tan interesante. -Z-Will.-Pronuncie temblorosa, mientras él solo toma de todas mis casa, para llevarla a mi salón. Maddie y yo estamos con la boca abierta, mientras que aún no nos cabe en la cabeza, la nueva actitud de Will.   Para ser sincera, él es algo extraño, ya qué no me saludo cuando me vio, solo se llevó mis cosas a mi salón, dejándolas en mi asiento. Después de dejar mis cosas y sorprender a todo mi salón, paso una de sus manos por mi cabeza, acariciándola y despeinándome. Yo misma no puedo evitar actuar como una idiota, pareciera que cada vez que este hombre se aparece ante mí, yo me pongo en modo idiota. -No puedes negar que Will es perfecto, como para enamorarse.-Murmura Maddie mientras todos en el salón estamos mirando la puerta que acaba de cruzar. Yo aún sigo sin respirar, en realidad si era algo extraño, pero era una persona que te da ganas de explorar aun cuando es difícil y de pocas palabras. Yo misma intento darme golpes mentales, intentando no parecer sorprendida por sus acciones o sus encantos naturales, pero no puedo negar que es bastante difícil no hacerlo. * Después de lo sucedido con Will, mis clases fueron bastante normales. Este día estaremos en el teatro de la universidad, organizado una obra de teatro para todo el campus y algunas universidades vecinas. Agradecida de no estar en la parte delantera del lugar como actor, me emociono al encargarme del maquillaje de los personajes, vestuario y escenografía. Así que no dudo en mancharme las manos con pintura, mientras que cada detalle es importante. Mi maestro de escenografías me ha nombrado la jefa en escenografía, maquillaje y vestuario, así que tenía muchas cosas que hacer. Sabía que si algo salía mal, todo sería mi culpa. Todos los de mi clase, que eran más de cuarenta personas, me preguntaban sobre lo que tenían que hacer en el lugar, así que yo misma no dudo en convertirme en el líder del lugar. Las horas se pasaron tan rápido como el agua, mientras todos los de mi clase trabajan bastante duro, bueno eso fue antes de que llegara el grupo de música. Todos ellos eran de último año, pero a pesar de eso parecían un grupo de modelos, en vez de músicos.  Will venía con estos chicos, que hacían que hasta que mi profesor- que es gay- se sintiera acalorado. -¿Qué hacen aquí?-Pregunté audaz mientras todos me miran. Quizás fui algo dura, ya que conozco bastante a Will y como dije antes, ya hay una gran confianza entre nosotros. Will por su parte me mira y sonríe al verme. Yo de inmediato gritó con fuerza.-¡Estamos armando esto, ustedes distraen!-Ahora los culpo por verse como Edward Cullen sobre el sol. Por su parte, uno de sus compañeros de ojos verdes y cabello cobrizo, empieza a hablar: -Lamentamos hacer que se distraigan, pero solo venimos a ofrecerles nuestra ayuda.-El chico parece ser un atleta, ya que se puede ver que su cuerpo está bien trabajado, mientras que tiene un sonría que derrite a todos en el lugar.-Somos de ultimo años y somos sus vecinos.-Las chicas empiezan a suspirar, mientras que también puedo oír la respiración agitada del profesor, quién está encantado con tanto chico bohemio interesante. -No necesitamos ayuda,  gracias.-Le dije firme mientras intento que se vayan, pero las chicas del lugar no están de acuerdo con mi decisión. Todas se vienen contra mí, diciéndome que los dejemos ayudar. Yo me niego más de una vez, pero desgraciadamente la mayoría pedía a gritos esos músculos y esas cabelleras realmente hermosas. -Está bien, puede ayudar a cargar.-Tuve que ceder, si no habría un linchamiento público. Ellos por su parte sonríen al verme a ceder, para después ponerse manos a la obra.  No puedo negar que sus músculos son de buena ayuda, ya que nos ayudaron a cargar todo la escenografía que pesaba demasiado. Will por su parte, era acosado por miles de chicas interesadas en él. Pero lo que hizo que mi paciencia se colmara, fue el hecho de que Will no estaba haciendo nada, solo observaba y ni siquiera tenía la decencia de contestarles los coqueteos a las chicas. -¿No vas a ayudar?-Le pregunté enojada mientras cruzo los brazos. Él por su parte empieza a mirar hacia abajo, ya que soy demasiado pequeña al lado de su gran figura. -No tengo ninguna intención de ayudar.-Soy a la primera que le contesta, mientras las chicas resiente las pocas palabras que ha dicho Will. -¿Entonces qué haces aquí?-Estaba a punto de explotar, estaba colmando mi presciencia con su soberbia. -Solo vine a mirar.-Pronuncia con sus ojos desinteresados. -No necesito otro mirón, si no vas a ayudar, vete.-Lo corro mientras señalo la puerta con mi dedo. Lo único que logro, es que él se mofe de mí. -Creo que me quedare aquí por un rato.-Ahora lo dice con confianza, sentándose en medio del escenario. ¿Él pensaba que esto era un lugar en donde asolearse? Ya que se puso en una posición bastante sexy, como para estar en un escenario. Quizás pueda molestarme mucho su presencia, pero no me puedo hacer cargo de él cuando tengo mucho que hacer. Así que yo no puedo dejar de gritar, puesto que la llegada de los chicos distrae mucho a mis chicas, y ellas empiezan a estropear los materiales, así que tengo que gritarles y recordarles que ellos solo son cargadores, no se acostaran con ella solo por estar aquí. -¡Dejen de mirarlos!-Grité con fuerza.-Solo son como muñecos.-Le regaño, rompiendo sus burbujas de romance.-Vayan a una tienda de juguetes y vean a los muñecos Ken o Max Steel, es lo mismo.-Los chicos parecen divertidos de lo que digo. Ellos se ríen de mis bromas como si fuera un alago, así que uno de los chicos intenta hablar conmigo. -¡Hey!-Llama mi atención el mismo chico de cabello caoba, que hablo al principio.-Eres muy graciosa.-Su sonrisa es hermosa, no puedo negarlo, pero claramente esto no era lo que quería conseguir. -No era un cumplido.-Le contesté retirándome de la escena, ya que sabía que quizás él me distraería.  Todo esto me ponía la piel de punta, estaba cansada de tenerlos aquí y más cuando Will parece mirar todo lo que hago. Es tan difícil no sentir presión cuando alguien te mira, y más cuando lo hace por horas. Will sin duda hacía que mi frente sudara y claramente yo no era la única que lo notaba. -No deja de mirarte.-Me susurra Maddie emocionada, mientras me distrae.-Es tan lindo.-Yo la miró con cara de pocos amigos, mientras se le ve como un perro enamorado. Ya estaba harta de esto, así que decido hacerle frente. Camino con rapidez hacía donde esta él, poniéndome enfrente suyo. -¿Por qué mejor no vas a mirar una película? Es más entretenida.-Él de inmediato se ríe de mi comentario, odio parecerle tan graciosa. -Prefiero verte mover el trasero.-Mis mejillas se ponen rojas, pero intento mantenerme firme ante él, ya que todos nos están viendo. -Will en serio, me estás colmando la paciencia.-Así que lo tomo del brazo y lo saco del  teatro, llevándolo a uno de los camerinos. Al entrar a esté, prendo la luz que tiene una cuerda de metal sobre el techo. El camerino es bastante pequeño, solo cuenta con unas sillas y un espejo con focos alrededor. -Sé que quedamos tener sexo en la habitación y también sé que quede de dormir todos los días en tu cama, pero no tenemos que estar juntos todo el día. -Lo regaño mientras intento no explotar como un grano que lleva meses en la cara de una adolescente.-Me pones nerviosa y más cuando te burlas de mí.-Él solo pasa sus manos por mis mejillas, mientras que no le molesta que le hable de esta manera. -Lo que hago mejor es molestarte.-Se burla de mí, mientras lo dice con su voz bastante gruesa. Yo no puedo evitar estar enojada, así que doy un gran grito ahogado. -Lo sabía, lo único que quieres es fastidiarme.-Le contesté con reproche, pero lo único que conseguí de él, fue otra risa más. -Creo que me encanta hacerlo.-Yo pongo mis manos en mi cabeza, intentando que no explote. -¡Deja de hacerlo!-Le grité con fuerza.-No puedo contigo.-Niego con la cabeza más de una vez. Él por su parte, me toma y me sube encima del tocador de madera blanca. -¿Por qué no dejas de resistirte?-Me susurra con sensualidad, mientras cubre mi oído con sus labios hidratados. Lentamente pone sus manos en mis piernas desnudas.-Solo déjame fastidiarte todo el...-Sus dedos aprietan con fuerza mis piernas, dejándome marcas rojas. No puedo negar que el color escarlata en mis piernas, hace que mi clítoris sienta pasión. -¡Detente!-Trato de hacerlo parar, mientras intento quitar sus manos sobre mí. -Quedamos hacer el amor...-Yo lo detengo, mientras intenta susurrarme aún más. -Es solo sexo...-Respondí de inmediato, mientras él pone sus manos en la abertura de mi vestido. -Yo no follo...-Ahora suena como un Christian Grey de poco presupuesto. Yo no puedo negar que eso me causo gracia, ya que él sabe que está recitando la gran frase: "Yo no hago el amor, yo follo"-No puedo hacerlo.-Se mofa mientras sabe que esa frase fue un porquería.-Tú no eres un objeto de placer.-Me sigue lamiendo el oído.-Yo hago que te retuerzas de placer.-Cada palabra hace que mi v****a sienta pasión.-Yo quiero hacerte el amor diario, no solo follarte como si fueras un objeto. -Bas...-Pero sus labios se posan en mi cuello, mientras yo de inmediato paso mis piernas por su cintura y pongo mis manos en su cuello. Él lame de mí como siempre, mientras lentamente mis manos empiezan a desabotonar su pantalón.  Meto mis manos en este, masajeando lentamente su hombría. Escucho en mi oído como gime un par de veces, y me doy cuenta de que yo misma no puedo con él.  Él ahora me quita el vestido, para dejarme en ropa interior. Después me quita la ropa interior, para dejarme desnuda. Con lentitud pasa sus dedos largos por mi feminidad masajeándola, mientras me retuerzo en mi lugar.  Él introduce un dedo en mí, haciendo que yo me moviera y gimiera dramáticamente. Yo intento sacar sus manos de mí más de una vez, pero él sigue masajeándome con más fuerza, aumentando su el ritmo de su mano y aumentado el rimo de mi corazón. -Basta.-Quité sus manos de mí, ya que me está haciendo gritar mucho.-Pueden escuchar.-Susurro algo asustada, ya que me acababa de ganar un puesto como líder, no quiero que piensen que soy una zorra. Él solo se ríe al verme preocupada.-Si molestamos a nuestros vecinos, ¿por qué no molestamos a nuestros compañeros?-Pero tenía que guardar la compostura, así que lo empujo un poco, para después tomar mi ropa. -Esto no puede ser así, solo quedamos hacerlo  en la habitación.-Él se ríe de mí mientras me pongo la ropa interior.- ¡Y tengo muchos cólicos!-Grité enojada.-¡Crees que no duele ser follada todo el día! Déjame meterte un pepino por el culo y veras que se siente.-Él parece estar divertido con esto.-Aparte ya...-Ya no sabía que decir, así que él toma mi cabeza confundida entre sus manos. -Está bien.-Así que me da un beso que me deja perpetua, para después salir del lugar.  Y cuando él se va, empiezo a suspirar profundamente mientras me dejo caer sobre una de las sillas que estaba enfrente del tocador.  -¿Qué me está haciendo?-Murmure mientras miró al suelo algo perdida. No entiendo este sentimiento que me carcome, es incluso cada vez más terrible sentirme de esta manera…Enamorada, o lo que sea esta porquería que te hace estúpido.
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