Jesse en ese momento, le dio otra calada más al cigarro y con una expresión burlona, botando el humo por la nariz, susurró de nuevo: —Já, y que virgen. No sabía que Alexander era tan crédulo. ¿Qué mujer es virgen a esa edad y menos en este siglo?—Soltó una mini carcajada —¡Jajajaja! ah, no quería reírme pero lo logró—soltó un pequeño suspiro—. Lo bueno es que, por lo menos cenará con la perra de Vanessa para lo de la publicidad…espero que lo conquiste y se lo lleve lejos para que no esté con la tal Ivanka. Lo siento amigo, pero Vanessa es mejor digas lo que digas. Entonces, pasados unos dos minutos, el moreno apagó su cigarrillo con la punta de su zapato y luego entró a la oficina. Se sentó con ellos de nuevo, reservó la cena en un restaurante muy prestigioso, cerca de un hotel por si,

