Capítulo 10. Alexander persigue a Ivanka

1243 Words
Al día siguiente 8:00 am… Ivanka aún no tenía casa, vivía con Georgie, pero queriendo hacer su proceso de independencia y madurez, quería vivir sola por primera vez, porque las mujeres de veintinueve años ya eran independientes según ella. Georgie no estaba de acuerdo porque ambos vivían muy bien y la pasaban genial, pero Ivanka era muy terca. Entonces, la hermosa rubia de mirada dulce, se veía al espejo terminando de arreglarse. Se puso una camisa de botones de rayas blanca con azules, un pantalón de Jean y unas zapatillas cómodas. Se dejó suelta su larga cabellera dorada y se maquilló muy sutil porque iba en la búsqueda de un nuevo apartamento para vivir ella sola. Georgie muy preocupado mirándola sentado en el borde de la cama, usando una toalla sobre la cabeza y a su vez, una bata levantadora de color rosa, con una mascarilla de arcilla sobre su rostro y una taza de café en la mano, le decía lo siguiente. —¡Pero hermana, aquí vivimos muy bien y más ahora que ambos estamos solteros! ¡Sé que debes ser independiente pero no es necesario que vivas sola! Ivanka echándose perfume le respondió: —Claro que si es necesario Georgie, quiero cambiar, quiero… sentirme de mi edad y ser toda una mujer madura que toma decisiones solas. Además, te conozco, tal vez ahora eres soltero pero muy pronto no será asi y vendrás con tus conquistas al apartamento. Anda, déjame vivir sola por un tiempo y si veo que es aburrido me vengo para acá. Y bueno, ya me voy deséame suerte. Ese apartamento que ví en el internet es muy hermoso. Georgie cruzando sus piernas de manera afeminada con su taza de café en la mano, poniendo una expresión de desagrado en su rostro, le contestó: —Pues a mi no me gusta ese condominio, y por lo que vi en las fotos, tiene dos torres muy juntas y se nota que no hay privacidad. Los de las torres del frente pueden ver lo que estás haciendo Vanka. Por eso es que es tan barato. Llama a tu madre y pídele dinero y vete a un mejor sitio. —No. No quiero hacerlo—comentó la rubia tomando una pequeña cartera de cuero—, el dinero de mamá viene de cosas sucias y lo sabes. Ya mucho estoy haciendo con la tarjeta de crédito que me dio papá. Quiero tener la mía propia. —Pero con ese dinero te han pagado todo hasta ahora Vanka. —Lo sé, pero quiero ganar el mío. Dinero blanco, dinero bien trabajado salvando a lindos animales. No dinero de armas y de mafia. Y ya, me voy, nos vemos más tarde. Georgie preocupado por la rubia se levantó con la taza de café y acompañó a Ivanka hasta la puerta y le dio un gran abrazo. —Llámame, estaré pendiente si me necesitas. —No te preocupes, veré si me gusta, si no pues… me quedo aquí contigo. Ivanka salió de su condominio muy campante, sin saber, que Alexander, desde hace dos horas junto con Jesse le montaba casería desde su auto. Entonces, al verla salir, desde lejos, sintió como su corazón palpitó. Despertó a Jesse con un gran codazo porque este dormía ya que, según él tuvo una noche algo difícil. —¡Mira, ya salió! Jesse todo adormitado en el asiento del copiloto con sus ojos soñolientos le respondió: —¿Quién salió? —¡Ivanka! —Ah, ¿vas a salir para hablarle? —¡Claro que no, ¿estás loco? estoy desesperado pero… no tanto asi. Mejor… persigámosla a ver a donde va! —Mmmm, claro —contestó Jesse con sarcasmo—,no estás para nada desesperado. Y de inmediato, aquel aristócrata al ver que Ivanka se subió a un taxi, comenzó a perseguirla hasta que ella llegó a su destino. Minutos despues… Ivanka se bajó del taxi y un hombre como de unos treinta años, vestido con traje la esperaba afuera con un papel en la mano. Él era el administrador de esas residencias, donde ella pensaba alojarse. Ella le dio la mano al hombre, y con una sonrisa se fue con él hasta las residencias. Alexander junto con Jesse se estacionaron relativamente cerca, y miraban todo lo que pasaba desde ahí dentro del auto mientras veían a Ivanka entrar junto con el señor. —Al parecer como que la chica va a alquilar algún apartamento en ese lugar—comentó Jesse—, ese tipo de traje tiene cara que es el administrador del condominio. Alexander con su mirada penetrante veía a Ivanka sonreírle al hombre y dijo lo siguiente: —Mmmm, interesante. Entonces… se quiere mudar a este sitio de clase media. Me acuerdo de que me dijo que su padre era banquero. No creo que una chica hija de un banquero viva en este sitio tan modesto. Jesse mirando a Ivanka también respondió: —Bueno, eso significa que es una mentirosa. Tenía una Birkin de Hermés de 34 mil libras, tampoco una persona que viva en este lugar puede usar un bolso como ese. —La verdad no lo sé, debo averiguar si es una mentirosa o no—miró que Ivanka se iba con el casero y alzando una de sus cejas continuó—¡Oye, se me vino una idea! Jesse enseguida puso su mirada hacia él y viendo el gesto que hacía Alexander le contestó con algo de preocupación: —¡Ay no, esa cara me indica que vas a gastar más dinero… tus ideas son costosas! —Bingo. Lo adivinaste—sonrió de medio lado y con un tono de voz muy pretencioso, prosiguió—. Mi idea es que…si ella llega a alquilar en este lugar, comparé todo el conjunto residencial. Yo seré su casero. Le diré, señorita tiene la renta atrasada, debe pagarme cuanto antes, ¿cuándo lo hará? —¿Enserio harás eso? —No, claro que no, no le diré eso a ella—sonrió de manera pervertida—. Aunque… suena sexy. —¡No hablo de tu fetiche, digo ¿que si es enserio que vas a comprar esto?! —Claro que sí. Papá siempre me dice que invierta en bienes y raíces. Ya es hora, comparé todo esto si ella alquila en este lugar. Una hora más tarde… «¡Pum, Pum!» Sonido de golpe con cartera. —¡Idiota, te descubrí!—Exclamaba Ivanka dándole golpes a un hombre. «¡Pum, Pum!» Más golpes con la cartera. —¡ Auch! ¿Qué te pasa? ¡Estás loca! —exclamó Alexander muy asustado cubriéndose con el brazo. —¡Ah… con que eres tú! —Se detuvo mirándolo con esmero—¡Nada más y nada menos que ojotes! Desde los vidrios de todas las ventanas vi que me estabas persiguiendo y te escondías, pero luego volví a ver que apareciste y decidí enfrentarte! ¿Qué rayos quieres pervertido? ¿estas mal porque no dejé que me manosearas hace días atrás?! —¡Claro que no—exclamó él con su voz alterada—, intentaba protegerte, te iban a hacer una estafa! Nota de la autora Lily. Alexander andabas persiguiendo a Ivanka, vaya que si eres insistente. Pero te pegaron, andas haciendo las cosas mal. Comenta si te gustó el episodio. En el próximo veremos cual seria la estafa que le iban a hacer a la pobre Ivanka, la adolescente treintona.
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