—¿Te arde? —Un poquito. Así que, de inmediato, Alexander buscó en el refrigerador, algo de mantequilla fría y un poco de sal. Ivanka algo adolorida, fruncida de ceño lo miró estando muy extrañada y le dijo: —¿Qué vas a hacer? —Haré algo que nos hacía mi madre cuando estábamos pequeños y nos quemábamos con fuegos artificiales en navidad. Esta mezcla, calma el ardor de las quemaduras. Mi mamá no es inglesa, ella es de Costa Rica y sabe muchas cosas algo extrañas pero funcionan. Entonces, la rubia se quedó atenta y dejó que Alexander le aplicara aquella rara pócima. Y mirandolo como le ponía un poco de mantequilla sobre los dedos que tenía afectados, estando ya menos a la defensiva, le preguntó: —¿Tu mamá es de Costa Rica? —Si. —O sea, ¿tienes mamá latina? —Si, aunque no lo creas.

