Al día siguiente…
Alexander aún no se había mudado porque tenía cosas que hacer en sus hipódromos pero ese día lo iba a hacer. Ivanka quien había decidido la noche anterior ponerle algo de su toque a ese lugar, quitó varios de los cuadros de esa decoración tan pomposa, y puso dos de los que ella se trajo de Los Estados Unidos, los cuales eran uno de su familia y el otro de todos los animales a los que les había salvado la vida el año pasado cuando comenzó a trabajar y curar animales graves.
—¡Ahora si se ve algo bonito, pero… quiero poner flores de colores! —miró todo el lugar y la decoración era muy anticuada y la mayoría de la paleta de colores era en tono marrón y verde oscuro, los colores favoritos del ególatra y caprichoso aristócrata Alexander.
Así pues, que muy temprano decidió
