"Solo a mi"
7:39 am.
Suena el despertador de mi teléfono por toda la habitación, lo miro y maldigo.
¡Ya es tarde!
Salgo rápido a lavarme, vestirme y correr para llegar a tiempo.
Ya se me hace costumbre esto, Mamá siempre se levanta temprano pero jamás me despierta ni me hace desayuno y no hace falta decir que tampoco me da dinero para comer, mi ropa es la que mi hermano usaba a mi edad algunos pantalones remendados y camisas teñidas con toallas que meto a lavar para darle otro color.
¿Por qué pasa esto solo conmigo?
Es sencillo, mamá me odia por ser el producto creado de mi padre y su amante, si así es, papa engaño a mama y el muy canalla luego de tenerme bajo el mismo techo se marchó a quien sabe dónde, Tara es el nombre de mi madre, ella salió adelante con mi hermano y gracias a mi abuela tuvo la obligación de criarme.
—Llegas tarde.
Me dice Josh uno de los empleados en la tienda de comida rápida donde trabajo, es un moreno alto de ojos verdes, cabello castaño y cuerpo bien definido, ah, y también es el hijo único del dueño.
—Lo siento, no escuche la alarma y bueno mama mmm, ¿nada qué hago?
—Otra vez no te despertó ¿cierto? — hace una mueca de desagrado— Lava los platos
—Sí, ya sabes es lo normal —me dirigí a la cocina
Luego de lavar los platos todo mi estómago empezó a rugir, no le hice caso y empecé a limpiar las bandejas, porcelanas y piso.
— ¡Ya deja de limpiar niña y come algo o te desmayaras! —Grito Josh desde la caja, él es algo así como un segundo hermano mayor para mí.
—Que va, estoy bien ya comí antes— se coloca tras de mí con una mueca de disgusto y brazos en forma de jarra
— Sabes que no te creeré esa mentira nunca ¿cierto? —Se acercó a mí— tu madre nunca te deja desayuno hecho —señaló mi cuerpo— ¡Y tu estómago te delata!
9:39 am
—Christian, cariño baja a desayunar —escucho a mi madre llamarme como cada mañana
—Ya voy.
Siempre despierto temprano arreglo mi cama y me siento a leer los libros especiales que mi madre trae, bajo con calma las escaleras contando mis pasos hasta la cocina.
—Aquí estoy mamá— comentó al sentir que entró a la cocina.
—Qué bueno cariño toma asiento y comete todo.
—Qué lindo, pero miren quien llego — comenta mi hermano mayor, Zacary.
—Hola Zacary ¿cómo va todo? — lo salude como de costumbre, él tiene 22 años y estudia artes. Muy poco pasa tiempo en la casa, aunque últimamente ha pasado mucho tiempo aquí.
—Bien, ya sabes lo normal. Estudiar y estudiar —está mintiendo, su voz lo delata.
— ¿Y las chicas que? Oh, ¿ya cambiaste de bando?
— Ja ja muy chistoso pelo n***o, solo disfrutar y ya. Nada serio — Mis hermanos eran más conocidos por ser mujeriegos que románticos y ¿Cómo lo sabía? pues, era fácil. Cada vez que traían una chica a casa me obligaba a tomar asiento afuera y por ende cuando ellas salían tenían que despedirse, aunque algunas solo se iban silenciosamente o eso creían, pero con mi sentido del oído desarrollado podía saber cuándo se marchaban.
—Campeón más tarde comeremos algo afuera ¿quieres?
—Claro, suena bien.
—Perfecto, porque sea un día de hombres solos tú, Joshua y yo.
—Gracias hijo por sacarme de su día —comentó mi madre con cierto sarcasmo en su voz.
—No me refería a eso mamá, es solo que... —escuché a mi hermano por última vez, ya que me dirigí a mi habitación digamos que a escoger mi ropa unas horas antes, ya que siendo como soy no era fácil escoger en cinco minutos antes de salir.
***
—Tres órdenes de hamburguesa papas fritas y dos de ellas vegetarianas.
Mi día transcurrió normal, o eso parecía hasta que mi teléfono empezó a sonar. Josh salió de la cocina con su rostro hecho una furia no supe a qué se debía hasta que vi mi aparato móvil en su mano y le eché una mirada al nombre del remitente. —Mamá.
—Ve y contéstale que ni se le ocurra meterse contigo porque pobre de ella — dijo mi jefe vuelto una fiera, mientras me lo entregaba lo tome rápido y salí a la parte trasera
— ¿Diga?
— ¿Dónde carajos estás? ¿Qué horas crees que son?
—En el trabajo mamá a unas cuadras de la casa —mentí— quedaba un poco lejos y tenía que tomar un bus para llegar
— ¿Y a mí que me interesa eso?, cuando llegues así sea de madrugada te quiero lavando los baños y las cerámicas
—Sí Mamá... yo los lavo y dejó todo listo para mañana
—Aja, como sea.
Y colgó, siempre que estaba molesta pagaba su rabia con su querida hija, vi la hora del teléfono y wuo ya era tarde 9:30 pm mi turno acaba a las 10 u 11 depende de lo lleno que esté el lugar, entre rápido le entregue el móvil a Josh quien siempre me lo guardaba para no tener distracciones, este me miraba con el ceño fruncido.
— ¿Qué te dijo ahora la vieja bruja Sophia?
—Nada, solo que lavara los baños y las cerámicas en cuanto llegara.
— ¿Qué? — Su cara se tornó roja de ira —ella sabe que llegas tarde, cansada y sin ánimos de nada ¿cómo puede hacerte eso?
—No lo sé, seguro quiere volverme responsable es solo eso —la excuse, seguía siendo mi madre a pesar de todo.
— ¿A quién tratas de engañar con eso? sabes que ella es mala contigo, me sorprende que aun vivas bajo su techo sin matarla.
—Vamos ya, voy a trabajar antes que los clientes se quejen.
Justo entonces escuche la puerta abrirse, nuevos clientes que atender y así Josh no me seguiría regañando como a una niña
—Vete a atender, pero ni creas que esto queda así.
—Está bien.
Josh tras enterarse por malas lenguas todo lo que pasaba en mi casa y con malas lenguas me refiero a mis vecinos o ex compañeros de clases ha tomado un aprecio de hermano mayor hacia mí y cada vez me ayuda en lo que puede, me acerque a la mesa ocho que tenía los nuevos clientes y que extraña felicidad la mía.
—Buenas noches, ¿Puedo tomar su orden?
***
La tarde era algo aburrida, todos mis días consisten en charlar con mamá sobre cualquier cosa que ella piense y leer, claro está que pensaba en cada minuto en la salida con mis hermanos tenía tiempo que no iba lejos de casa y nos habíamos mudado hace unos meses así que no conocía casi nada, tendría que llevar mi bastón nuevamente.
9:00 pm
—Hey marica, ¿ya estás listo? —grito Joshua desde abajo.
—Ya voy ¡No te precipites!
Me era algo difícil vestirme rápido cuando sabía que las personas me verían y quizás hablarían de mí, tomé mi bastón coloque mis lentes donde debía y baje rápido las escaleras
—Ya era hora ¿quién te crees la cenicienta?
Joshua tiene ese extraño humor conmigo desde siempre, parece como si me odiara, pero cada vez que las personas se meten conmigo él es uno de los primeros que les golpea o grita para que se callen y alejen. Es un buen hermano y desgraciadamente siendo menor que yo es quien me defiende, tiene diecisiete años está cursando el último grado y es fanático del deporte, seguro que se consigue una beca en una buena Universidad ya que es el mejor en béisbol o al menos, eso me han dicho
—Bien, vamos ya.
Me tomó del brazo y me guio al auto de Zac, el camino fue divertido hablamos estupideces, ellos me describían muchas chicas y su manera de enrollarlas, aunque siempre que llegaban a la parte del sexo lo omitían bruscamente ya que sabían que era virgen porque casi ninguna chica se acercaba con ese tipo de intenciones.
—Bien aquí es, ¿te ayudo a abrir la puerta Chris o te haces el duro para que las chicas babeen por ti?
—Ya cierra el pico Joshua, él se puede defender solo
—Ok Zac, pero no te enojes
—Ya déjense de boberías y bajen que tengo hambre —les dije ya estando fuera del auto
Al entrar al sitio pude reconocer ese aroma a papas fritas, grasa y carne asada tome asiento en una mesa que según mis hermanos tenía buena vista del auto, y fue cuando escuche esa voz conocida
—Buenas noches, ¿puedo tomar su orden? — Sophia, ¿ella trabaja aquí?
—Sí, mm dame una hamburguesa doble y papas semi fritas, para él una sencilla con mucho queso y para Chris amm ¿qué quieres hermano? — escuche a el mayor de nosotros hablar
—Quiero una doble con queso, papas y sin salsa
—Está bien, y para beber ¿que desean?
— ¿Sophia? ¿Trabajas aquí?
No escuche ningún ruido de mis hermanos estaban en completo silencio lo que me parecía raro.
—Sí, trabajo aquí hace ya un año Chris, disculpa no puedo hablar con los clientes o me despiden iré por los pedidos.
— ¿Sophia? lindo nombre para una chica tan... —comentó Joshua con ese tono que me sacaba de quicio
—Es una chica linda si no te has dado cuenta hermanito —solté molesto
—Wuo wuo bájale dos, eso lo dices porque no la has visto cuando la puedas ver huirás
—Ya cierra el pico, ¿Chris, de dónde la conoces? —comentó Zac con un tono pacífico que era característico de él
—La conocí hace unos días, se estaba escondiendo de su mamá en la casa de la señora Lara y me vio
—Ja, vez ¡hasta de su mamá huye!
—Joshua ¡Cállate! —gritamos al unísono
—Con su permiso, aquí está su orden. Que tengas buen provecho — y se marchó sin escuchar nuestro agradecimiento
— ¿Esa chica te gusta Chris? — Zac es de las personas que son demasiado directos con eso
—Mm no, solo es una amiga. Es eso, no le va bien y que Joshua diga cosas así me enfadan
— ¿Ah? ¿Ahora soy yo el villano de la historia? no me jodas, ¡ya no hablo más! —comentó molesto
— Tiene su teléfono en la mano ¿cierto Zac?
—Sip
—Ja, solo te callas porque hablaras con una de tus tantas mujeres tarado.
—Bueno sí, pero qué quieres ¿que sea gay?
—Puff, te verías lindo de rosa — nuestras carcajadas creo que llamaron la atención de todos en el lugar.
—Sí, claro como si me pudieras ver —soltó irónico
La mesa se quedó en silencio y proseguí a comer, cuando se dio cuenta de lo que había dicho trato de disculparse y lo acepte es mi hermano y los humanos cometemos errores.
Estando ya en el auto en marcha sentí como frenaron —Hey ¿necesitas que te lleven? —escuche decir.
—No, bueno mm no quiero ser una molestia —y esa voz me hizo estremecerme en mi sitio, Sophia.
—Vamos sube, Chris nos dijo que vives cerca de nuestra casa, hermano hazte a un lado tienes compañía.
Me arrimé al otro extremo sentí la puerta abrirse y Sophia sentarse, mis hermanos buscaron conversaciones para entablar con ella, pero eran muy escasos los momentos donde ella respondía más allá de un sí, tal vez y no, yo por mi parte sentía mi respiración pesada y escuchaba atento su delicada voz.
—Bien, ¿es aquí donde te quedas? —dijo desde el copiloto Joshua
—Sí, de verdad muchas gracias por todo
—No hay problema, bonita — escuché a Zac con ese tono de coqueto, lo que me hizo bufar y pude notar su diversión
—Bien am gracias, buenas noches y nos veremos luego Chris— tras aquello sentí unos dulces labios posarse en los míos y fue cuando todo quedó en silencio
—Yo, perdón. —Cerró la puerta del auto tras aquellas palabras tímidas
—Wuo, pero miren nada más quien se sacó una novia, así que por eso la defendías. Me lo hubieras dicho antes tarado —ese tono burlón de Joshua era normal cuando estaba feliz por algo.
—No es mi novia, —comente casi sin aliento
—Pero quieres que lo sea ¿cierto? — indago Zacary.
—No, bueno no sé, apenas y nos conocemos hace poco y nuestra conversación no es que fuera sido muy larga ni nada
—No me jodas, primera vez que te besa una chica y se pone roja de pena y tú no quieres nada. ¡Estás loco!
—Ya déjalo, Joshua, Chris está en su derecho es su cuerpo y su tiempo lo debe compartir con quien el desee
—Vamos Zac, ¿Me vas a salir con esa? la pobre diabla se puso roja cuando lo miro luego de besarlo, era algo obvio que quería que se repitiera, y tu mi amigo se lo repetirás ¡te guste o no!
— ¿Por qué tan animado con que la bese de nuevo Joshua?
— ¿No es obvio Chris? ¡j***r! te dio tu primer beso y no digas que no porque siempre ha sido mamá la que te bese. Aparte puede ser tu primera novia y quizás la única —eso último lo susurro para sí, pero lo pude escuchar al igual que el golpe que le dio Zac.
Al llegar a mi habitación, pase toda mi noche y quizás parte de la madrugada pensando en Sophia ni idea del porqué, toque mis labios tantas veces para sentir ese calor nuevamente, pero nada.
Solo eran mis manos frías por el aire.