════◈◈◈◈◈◈◈◈════ Rachel Mac Millán El estruendo de la bocina me despertó de la ensoñación que sus labios me sometieron. Al separar nuestras bocas todo me pareció borroso, pero aun si percibí como el brillo de enfado ya no relucía en sus ojos mieles. Esperé una reacción por su parte, no la tuve. Arranco el coche sin volver a mirarme. No tenia ni la menor idea del por que su cambio de actitud me causo un revoltijo en el estómago. La escena se estaba repitiendo una y otra vez en mi cabeza, y como consecuencia de eso me fue imposible dejar de mirar a Daniel. Se le notaba aturdido, podía apostar que estaba más que perdido en sus pensamientos y por un minúsculo segundo quise tener la capacidad de oír sus silencios. Podía asegurar que él definitivamente no estaba aquí. Su mente está a un

