Capítulo 3

1351 Words
LIAM Tomó mi teléfono, la emoción de que por fin tenga un trabajo fijo no cabe en mí. Les voy a poder ayudar a mis papás, la enfermedad de mi papá ha acabado con todos nuestros ahorros. Mientras que voy alistando mi maleta le marcó a Olivia mi hermana mayor, aunque ni tanto, solo nos llevamos tres años. — ¡Loca! — Le gritó por él teléfono. — Hermanito, a mi también me alegra escucharte ¿Y ese milagro que te acuerdes de mí?. — Habla con sarcasmo. — Oliv ¡conseguí trabajo! — Escucho como grita de emoción. — Lo mejor es que será en California, junto a ti. — Quedé un silencio incómodo. — Ehh Wow Liam dejame felicitarte, pero ¿por qué acá? No quiero decir que no quiero tener a mi hermano acá conmigo, solo que se que te duele, sufriste mucho cuando te enteraste que se caso, que tuvo hijos. Y sabes que ella está acá, no quiero que te la encuentres, ya debes vivir y tener pareja o algo así, no quiero que entres nuevamente en depresión o algo así por una mujer que posiblemente no recuerde quien eres tú. — No seas tan exagera, adicional tu eres mayor que yo y tampoco te haz casado, ni hijos es más ni mascotas. — Comienzo a reír. —Bueno, en fin quiero pedirte, suplicar te que me recibas en tu casa, se que tendré un trabajo nuevo pero no se si me alcance para una nueva casa. Te prometo que puedo pagarte trabajando en tardes como mesero en tu bar. — Pues tocará. — Se ríe. — Sabes que mi casa es tu casa, así que yo te esperare ansiosa, solo avisame e iré por ti al aeropuerto y te invitaré una pizza de peperoni sabrosa. Iremos también con Mateo, se pondrá muy feliz cuando se entere que su amiguito vendrá a estar con él, sabes que lleva trabajando acá desde que llegó a la ciudad y no te voy a negar que lo hace muy bien. — Ush no quería escuchar los detalles. Y si también me hace falta, él prefirió irse para allá para estudiar que quedarse al lado mío. Colgué la llamada y no cabía de la dicha, un trabajo estable, por fin, tendría un contrato estable ya no sería más el de reemplazos. Creo que el esfuerzo de tantos años por fin se ve recompensado. Ajjj solo pienso lo que dice Olivia, no es que me heche a la pena moral por Isabella, si he tenido novias solo que no siento que son las indicadas. Tampoco soy un santo, me gusta disfrutar el tiempo que estoy con una mujer y, eso sí dejarles claro que lo nuestro no es totalmente serio. Solo recordar aquella chica creo que su nombre era Loren o algo así, decirme que estaba embarazada, me da escalofrío. Pienso que cuando tenga hijos será con la mujer que me complemente bien, no con cualquiera que ni respete nuestra relación. Miró la foto de Isabella y yo, cuando éramos jóvenes, llevábamos muy poco de amigos, es como mi amuleto la cargo a todo lado y me da paz, hasta hablo con ella. Y se que puedo parecer loco, pero es que con ella me sentía tan pleno, me sentía cómodo, lástima que en el corazón no se mande. Baje las escalera y fui hasta donde mis papás, como todos los días mi madre esta dándole de comer a mi padre, mientras le va cantando. Esa escena siempre me rompe el corazón, ellos eran tan alegres, tan dinámicos y ahora su rutina se basa en estar todo el día el uno atendiendo al otro, mirar el mar, y cantar. Toco el hombro de mi madre y ella se sobresalta. Los voy a extrañar un montón, por más que quiera estar con ellos todo momento ellos no se van de acá, su hogar. — Oigan, les tengo una noticia… me iré nuevamente a California, tengo trabajo. Pero no piensen que los voy a abandonar, vendré a visitarlos de vez en cuando y, les enviaré dinero para el tratamiento de mi papá. No sé preocupen por eso yo no dejaré de ver por ustedes. — Mi madre apretá mi mano y sonríe. — Tampoco estaré solo me quedaré con Olivia y juntos nos haremos compañía. No deben preocuparse. Deje que mi madre siguiera en los suyo con mi padre, terminé de alistar mis cosas y antes de irme debo despedirme de Ariana, mi amiga con beneficios. Los dos nos entendemos bien, no queremos una relación sería y nos disfrutamos el uno al otro. Debo admitir que la extrañare, ella es la que me baja la ansiedad y, los niveles de estrés, pero bueno quizá allí encuentre a alguien para eso. Le envío un mensaje, me cambio para llegar allí. Me gusta verme bien, por muchos años me enfatice en el ejercicio, tengo el cuerpo bien marcado y tonificado, me visto casual y sport, claro está en mi trabajo debere usar trajes para verme más profesional y así evitar malos entendidos. Llegué a su casa y ella me recibe con una bata con demasiadas transparencias, se ve claramente que no tiene ropa interior, me declaró fan numero uno de las mujeres y sus atributos. Cierro la puerta y la tomó de la cintura atrayendo la a mí, la beso y muerdo su cuello. Ella sonríe y se separa de mi. — No me dijiste que te irías, me vas a hacer falta guapo. — Habla mientras suelta mi camisa, me mira con lujuria, tiene un poder en su mirada que me atrapa. — Debo hacerlo, por fin conseguí trabajo en el sitio que estaba buscando, si deseas puedes visitarme de vez en cuando, me hará bien verte y tenerte allí. — Le digo en su cuello. — Sabes que puedo intentarlo, todo depende de que tanto trabajo tenga, pero te prometo que te daré una que otra sorpresa. Últimamente he pensado y me gustaría que formalizaramos algo, no quisiera que por allá me buscaras reemplazo. — La freno de una. — No, creo que te confundes un poco, lo nuestro no es algo serio. Lo nuestro es pasajero y todo quedo muy claro al principio, no me quiero enamorar, eso no para mi. Mi enfoque es trabajar duro para poder ayudar a mis papás, lo sabes perfectamente bien, no quiero ser descortés y grosero contigo, solo quiero que tengas claro que no hay la menor posibilidad de que tengamos una relación seria, es más no eres tú creo que no la tendré con nadie, quizá cuando tenga unos cincuenta años y sea un hombre sexi pueda conseguir a alguien. — Sí, lo sé. Disculpa desvarie un poco, es inevitable no enamorarse de un hombre como tú. Si quieres nos vemos otro día, yo te visitó hoy no tengo ganas y recordé que tengo cosas que hacer. — Dice mientras se tapa su cuerpo. — Dale, tienes mi número. Iré de una al aeropuerto por si quieres acompañarme. — Ella niega, le doy un abrazo y un beso y salgo de allí. No quiero lastimarla solo que al ver que esta mezclando las cosas y los sentimientos cambiaron, alejarnos fue lo mejor, es mi amiga y ante todo quiero que este bien y sufrir por amor es muy duro como para que ella sufra por un amor no correspondido. Fui al aeropuerto espere el llamado para mí vuelo, subí al avión y los recuerdos de este bello lugar volvieron, fui tan feliz acá, con ella. Le avise a mi hermana y ella quedó de ir con Mateo por mi, después de unas horas de vuelo llegue. Al bajar los vi, estaban tomados de la mano, les hice muecas y ellos corrieron a abrazarme. Mi hermana prácticamente me comió a besos, ella siempre es tan efusiva di media vuelta para saludar a Mateo y la vi, era ella, estaba dándole un beso a su esposo. Se veía tan perfecta, tan hermosa. Esos pocos segundos fueron suficientes para que él caos en mi corazón se hiciera presente.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD